Juan Vita, egresado de Psicología UP, nombrado como DT de la Selección de Fútbol de Nicaragua
Jugó en River, trabajó como psicólogo deportivo en Banfield y fue DTde Panamá, posición donde recibió el reconocimiento como Mejor Director Técnico del Torneo Apertura 2019 de la Liga Panameña de Fútbol (LPF).Con solo 13 años dejó su ciudad natal, Mar del Plata, para venir a Buenos Aires a jugar en River. Como futbolista, hizo todas las divisiones y entrenamientos, aunque sin abandonar nunca su mayor sueño: ser el director técnico de un club. Como siempre consideró que “la psicología y la psicología deportiva eran las herramientas más fuertes que podía tener como entrenador de fútbol”, decidió formarse en la Licenciatura en Psicología de la Universidad de Palermo. Hoy, con la técnica adquirida dentro de la cancha más sus conocimientos académicos, trabaja con jugadores de primer nivel “tratando de potenciar algunas habilidades psicológicas como la motivación, la concentración, el control de presiones, estrés”, cuenta. Juan trabajó como psicólogo deportivo en el Club Atlético Banfield e incursionó en la docencia, siendo ayudante de cátedra UP de la materia Psicología del Deporte. Finalmente, alcanzó su meta cuando se desempeñó como DT de Panamá, posición que le valió el reconocimiento como Mejor Director Técnico del Torneo Apertura 2019 de la Liga Panameña de Fútbol (LPF). Ahora su presente profesional lo lleva a dirigir una nueva Selección, la de Nicaragua, un importante paso en su carrera que augura nuevos triunfos.
¿Cómo te decidiste a ser psicólogo deportivo?
Mi prioridad era jugar al fútbol y cuando terminé el colegio en River, se me ocurrió estudiar Psicología porque sabía que después de ser jugador de fútbol quería ser entrenador. La psicología y la psicología deportiva era la herramienta más fuerte que podía tener como entrenador de fútbol. Así que todas las mañanas entrenaba con River y luego por las tardes iba a estudiar a la Universidad.
¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
A mí me gusta mucho trabajar con deportistas de alto rendimiento. Me ha pasado de conocer gente de rugby, hockey, hándbol, entre otros y si bien son deportes con los cuales no estoy tan familiarizado, cuando empiezo a hablar sobre qué se siente estar dentro de una cancha me doy cuenta que los deportistas tenemos algo en común que es la pasión por lo que hacemos. Para mi trabajar con jugadores de fútbol es el máximo placer que puedo tener como entrenador porque aportar mi granito de arena para que ese jugador se convierta en un mejor futbolista, es lo que más me apasiona. El fútbol es mi vida, además de mi trabajo. La psicología me encanta. Todo lo que esté vinculado al fútbol, al deporte o la psicología me apasiona.
Muchísimo. Fue un espacio donde no solamente me preparé para mi futuro como profesional sino que también fue un momento importante de mi vida que me servía para despejarme de las presiones que tenía como jugador de fútbol. Yo sabía que los exámenes más difíciles para mi eran los partidos. En la Universidad me dediqué a estudiar y a prepararme. Disfrute mucho de mis compañeros, docentes, la vida social. La Universidad me abrió la cabeza, me di cuenta que había otro mundo que no tiene que ver con el fútbol. Además, jugué en el equipo de fútbol de la UP.
¿Cómo se relaciona el deporte con la psicología?
Están totalmente vinculados porque para llegar al alto rendimiento o a la élite en cualquier deporte uno no solo tiene que entrenarse técnicamente, tácticamente y físicamente sino que psicológicamente tiene que estar muy bien. Desde siempre sabía que el que triunfa en un deporte no solamente es porque tiene un buen gesto técnico, sino que hay una diferencia desde lo mental. Eso también fue lo que me motivó a estudiar Psicología.
¿Cuáles fueron las mayores consultas que te hicieron los jugadores de fútbol?
La mayor demanda que recibí por parte de los jugadores era, como ellos le dicen, "la cabeza" para sentirse más fuertes y para rendir mejor. Trabajo tratando de potenciar algunas habilidades psicológicas como la motivación, la concentración, el control de presiones, estrés, ansiedad, la autoconfianza. He tenido y tengo jugadores que les está yendo muy bien y que son muy conscientes de que deben mantenerse enfocados en lo que realmente importa, que es su preparación como deportista y la humildad para reconocer que tienen que seguir preparándose todos los días para seguir triunfando. Generalmente los pacientes que tengo tienen mucha consciencia sobre mantener bien el eje y el foco atencional.
¿Por qué es importante para un jugador contar con ayuda de un profesional de la psicología?
El éxito te puede llegar a perder porque hay un montón de jugadores que han logrado triunfar y no lo han podido sostener. El jugador no solo tiene que aprender a convivir con el éxito y con el fracaso y con lo que genera mediáticamente, sino que se le tiene que enseñar a sus familias a convivir con eso. La psicología deportiva no es mágica, es un acompañamiento. El deportista de alto rendimiento tiene que entrenarse todos los días, descansar bien, ir a un nutricionista deportivo para tener una buena dieta, ir al gimnasio para fortalecer zonas del cuerpo que tiene que trabajar más, y sería muy bueno que tenga un psicólogo deportivo que lo acompañe en las diferentes situaciones de su carrera, tanto en las de éxito como en las de fracaso.
¿En cuánto tiempo se pueden percibir buenos resultados?
A veces el resultado en el jugador y en el psicólogo deportivo no se ven de inmediato, pero si se sostiene el tratamiento y si el jugador y el psicólogo deportivo tienen la voluntad de trabajar bien en tres cuatro o cinco meses se van a empezar a ver pequeños resultados que después en el mediano y largo plazo les va a quedar como estrategias para todo lo que se viene.
¿Qué recomendaciones te gustaría compartir con los futuros graduados en Psicología?
Que estudien, que se preparen, que hoy en día tenemos acceso a tanta información pero no muy profunda. Hay que profundizar mucho más y que después de recibirse sigan preparándose porque uno se recibe y tiene muchísimas herramientas pero las tiene que direccionar hacia un campo laboral específico. Tienen que escuchar a los docentes. Tener la voluntad de escuchar y de aprender termina siendo la clave de todo. Mi último consejo es que hagan deporte porque ayuda física y emocionalmente.
¿Qué metas o nuevos desafíos tenés para el futuro?
Mi proyecto es seguir creciendo como entrenador de fútbol. Seguir dirigiendo en el exterior. Siempre mi sueño, seguramente como todo entrenador de fútbol, el día de mañana es dirigir el mundial. Todo se empieza soñando.
Carreras relacionadas:
Licenciatura en Psicología
Doctorado en Psicología
Maestría en Psicoterapia Cognitivo Conductual
Ver todas las carreras de la Facultad de Ciencias Sociales
¿Cómo te decidiste a ser psicólogo deportivo?
Mi prioridad era jugar al fútbol y cuando terminé el colegio en River, se me ocurrió estudiar Psicología porque sabía que después de ser jugador de fútbol quería ser entrenador. La psicología y la psicología deportiva era la herramienta más fuerte que podía tener como entrenador de fútbol. Así que todas las mañanas entrenaba con River y luego por las tardes iba a estudiar a la Universidad.
¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
A mí me gusta mucho trabajar con deportistas de alto rendimiento. Me ha pasado de conocer gente de rugby, hockey, hándbol, entre otros y si bien son deportes con los cuales no estoy tan familiarizado, cuando empiezo a hablar sobre qué se siente estar dentro de una cancha me doy cuenta que los deportistas tenemos algo en común que es la pasión por lo que hacemos. Para mi trabajar con jugadores de fútbol es el máximo placer que puedo tener como entrenador porque aportar mi granito de arena para que ese jugador se convierta en un mejor futbolista, es lo que más me apasiona. El fútbol es mi vida, además de mi trabajo. La psicología me encanta. Todo lo que esté vinculado al fútbol, al deporte o la psicología me apasiona.
"En la Universidad me dediqué a estudiar y a prepararme. Disfruté mucho de mis compañeros, docentes, la vida social".
¿Qué te aportó la Universidad de Palermo?Muchísimo. Fue un espacio donde no solamente me preparé para mi futuro como profesional sino que también fue un momento importante de mi vida que me servía para despejarme de las presiones que tenía como jugador de fútbol. Yo sabía que los exámenes más difíciles para mi eran los partidos. En la Universidad me dediqué a estudiar y a prepararme. Disfrute mucho de mis compañeros, docentes, la vida social. La Universidad me abrió la cabeza, me di cuenta que había otro mundo que no tiene que ver con el fútbol. Además, jugué en el equipo de fútbol de la UP.
"La Universidad me abrió la cabeza, me di cuenta que había otro mundo que no tiene que ver con el fútbol".
¿Cómo se relaciona el deporte con la psicología?
Están totalmente vinculados porque para llegar al alto rendimiento o a la élite en cualquier deporte uno no solo tiene que entrenarse técnicamente, tácticamente y físicamente sino que psicológicamente tiene que estar muy bien. Desde siempre sabía que el que triunfa en un deporte no solamente es porque tiene un buen gesto técnico, sino que hay una diferencia desde lo mental. Eso también fue lo que me motivó a estudiar Psicología.
¿Cuáles fueron las mayores consultas que te hicieron los jugadores de fútbol?
La mayor demanda que recibí por parte de los jugadores era, como ellos le dicen, "la cabeza" para sentirse más fuertes y para rendir mejor. Trabajo tratando de potenciar algunas habilidades psicológicas como la motivación, la concentración, el control de presiones, estrés, ansiedad, la autoconfianza. He tenido y tengo jugadores que les está yendo muy bien y que son muy conscientes de que deben mantenerse enfocados en lo que realmente importa, que es su preparación como deportista y la humildad para reconocer que tienen que seguir preparándose todos los días para seguir triunfando. Generalmente los pacientes que tengo tienen mucha consciencia sobre mantener bien el eje y el foco atencional.
¿Por qué es importante para un jugador contar con ayuda de un profesional de la psicología?
El éxito te puede llegar a perder porque hay un montón de jugadores que han logrado triunfar y no lo han podido sostener. El jugador no solo tiene que aprender a convivir con el éxito y con el fracaso y con lo que genera mediáticamente, sino que se le tiene que enseñar a sus familias a convivir con eso. La psicología deportiva no es mágica, es un acompañamiento. El deportista de alto rendimiento tiene que entrenarse todos los días, descansar bien, ir a un nutricionista deportivo para tener una buena dieta, ir al gimnasio para fortalecer zonas del cuerpo que tiene que trabajar más, y sería muy bueno que tenga un psicólogo deportivo que lo acompañe en las diferentes situaciones de su carrera, tanto en las de éxito como en las de fracaso.
¿En cuánto tiempo se pueden percibir buenos resultados?
A veces el resultado en el jugador y en el psicólogo deportivo no se ven de inmediato, pero si se sostiene el tratamiento y si el jugador y el psicólogo deportivo tienen la voluntad de trabajar bien en tres cuatro o cinco meses se van a empezar a ver pequeños resultados que después en el mediano y largo plazo les va a quedar como estrategias para todo lo que se viene.
¿Qué recomendaciones te gustaría compartir con los futuros graduados en Psicología?
Que estudien, que se preparen, que hoy en día tenemos acceso a tanta información pero no muy profunda. Hay que profundizar mucho más y que después de recibirse sigan preparándose porque uno se recibe y tiene muchísimas herramientas pero las tiene que direccionar hacia un campo laboral específico. Tienen que escuchar a los docentes. Tener la voluntad de escuchar y de aprender termina siendo la clave de todo. Mi último consejo es que hagan deporte porque ayuda física y emocionalmente.
¿Qué metas o nuevos desafíos tenés para el futuro?
Mi proyecto es seguir creciendo como entrenador de fútbol. Seguir dirigiendo en el exterior. Siempre mi sueño, seguramente como todo entrenador de fútbol, el día de mañana es dirigir el mundial. Todo se empieza soñando.
Carreras relacionadas:
Licenciatura en Psicología
Doctorado en Psicología
Maestría en Psicoterapia Cognitivo Conductual
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