¡Cuidado con la cultura de la cancelación!
Por Carola Sánchez (*)
La llamada cultura de la cancelación es un fenómeno social que se manifiesta, sobre todo, en las redes sociales. Su objetivo principal consiste en censurar y reprochar las actitudes o comportamientos adoptados por ciertas personas, los cuales son considerados socialmente inaceptables, aunque no constituyan un delito según las leyes vigentes.
Este fenómeno, relativamente nuevo, tiene como principal característica una rápida propagación de críticas y juicios negativos hacia aquellos individuos que han sido señalados por la comunidad en línea.
Según Daniel Gascón1, traductor, escritor, guionista y editor español, la cultura de la cancelación es “una forma de censura y una amenaza para la libertad de expresión y el pensamiento crítico”. Argumenta que esta “cultura no resuelve los problemas que supuestamente busca abordar, sino que los agrava, al limitar el diálogo y la discusión, y al crear un clima de miedo y autocensura”.
Gascón también critica la idea de que la cultura de la cancelación sea una forma de justicia social, argumentando que “la verdadera justicia social requiere de un diálogo constructivo y respetuoso, y no de la censura de opiniones consideradas ofensivas o incómodas”. Además, critica la falta de debate y el uso de la intimidación y el ostracismo para silenciar a aquellos que tienen opiniones impopulares o controversiales.
En relación con este último concepto, la politóloga Elisabeth Noelle-Neumann2 lo define como el cambio o la defensa de posiciones establecidas y consolidadas. Afirma que se trata de la aprobación o desaprobación de opiniones y comportamientos observables públicamente, perceptibles para el individuo.
En 1977, Noelle-Neumann elaboró la teoría conocida como espiral del silencio, según la cual las personas tienen una tendencia natural a evitar expresar opiniones que consideran impopulares o que puedan llevarlas a ser excluidas o rechazadas por el grupo social al que pertenecen.
Siempre según la autora, esta tendencia se produce porque las personas tienen una necesidad innata de pertenecer y de ser aceptadas por su comunidad. Por lo tanto, si perciben que su opinión difiere de la mayoría, pueden sentirse inseguras y tener miedo de expresar abiertamente su opinión, lo que puede llevar a un espiral del silencio en el que las opiniones impopulares disminuyen cada vez más.
La espiral del silencio aporta una perspectiva interesante a la denominada cultura de la cancelación.Si se relacionan ambos conceptos, podría plantearse que, en muchas ocasiones, las personas no piensan realmente lo que aseguran en las redes sociales, sino que estas manifestaciones les permite sentirse parte de la Sociedad y no aislados de ella.
En conclusión, si bien la cultura de la cancelación puede tener algunos beneficios, como el señalamiento de comportamientos inapropiados o discriminatorios, también es importante reconocer sus consecuencias negativas. Una de ellas es, paradójicamente, que contribuye a la falta de libertad de expression por parte de las personas que temen ser excluidas socialmente.
En este context, la cultura de la cancelación puede generar un clima de miedo y autocensura, en el cual las personas se ven obligadas a conformarse con las opiniones predominantes o populares, incluso si no están de acuerdo con ellas. Esto, en definitive, limita la diversidad de pensamiento y la posibilidad de establcer un diálogo constructivo y respetuoso.
Si bien es importante denunciar y condenar comportamientos dañinos, también es necesario considerar que existe un proceso judicial más allá del ámbito social para castigar a las personas. Además, debemos tener en cuenta que, en muchas ocasiones, este tipo de “cancelación” se lleva a cabo sin evidencia alguna y con el único propósito de pertenecer o encajar en un determinado grupo social.
1. Gascón, Daniel. Libertad de expresión y cultura de la cancelación. Nueva revista, 2022. https://www.nuevarevista.net/libertad-de-expresion-y-cultura-de-la-cancelacion/
2. Noelle-Neumann, Elisabeth. La espiral del silencio: nuestra piel social. Paidós, 1995.
(*) Este artículo fue presentado como examen final de la materia Opinión Pública, cátedra Fernando Muñoz Pace.
La llamada cultura de la cancelación es un fenómeno social que se manifiesta, sobre todo, en las redes sociales. Su objetivo principal consiste en censurar y reprochar las actitudes o comportamientos adoptados por ciertas personas, los cuales son considerados socialmente inaceptables, aunque no constituyan un delito según las leyes vigentes.
Este fenómeno, relativamente nuevo, tiene como principal característica una rápida propagación de críticas y juicios negativos hacia aquellos individuos que han sido señalados por la comunidad en línea.
Según Daniel Gascón1, traductor, escritor, guionista y editor español, la cultura de la cancelación es “una forma de censura y una amenaza para la libertad de expresión y el pensamiento crítico”. Argumenta que esta “cultura no resuelve los problemas que supuestamente busca abordar, sino que los agrava, al limitar el diálogo y la discusión, y al crear un clima de miedo y autocensura”.
Gascón también critica la idea de que la cultura de la cancelación sea una forma de justicia social, argumentando que “la verdadera justicia social requiere de un diálogo constructivo y respetuoso, y no de la censura de opiniones consideradas ofensivas o incómodas”. Además, critica la falta de debate y el uso de la intimidación y el ostracismo para silenciar a aquellos que tienen opiniones impopulares o controversiales.
En relación con este último concepto, la politóloga Elisabeth Noelle-Neumann2 lo define como el cambio o la defensa de posiciones establecidas y consolidadas. Afirma que se trata de la aprobación o desaprobación de opiniones y comportamientos observables públicamente, perceptibles para el individuo.
En 1977, Noelle-Neumann elaboró la teoría conocida como espiral del silencio, según la cual las personas tienen una tendencia natural a evitar expresar opiniones que consideran impopulares o que puedan llevarlas a ser excluidas o rechazadas por el grupo social al que pertenecen.
Siempre según la autora, esta tendencia se produce porque las personas tienen una necesidad innata de pertenecer y de ser aceptadas por su comunidad. Por lo tanto, si perciben que su opinión difiere de la mayoría, pueden sentirse inseguras y tener miedo de expresar abiertamente su opinión, lo que puede llevar a un espiral del silencio en el que las opiniones impopulares disminuyen cada vez más.
La espiral del silencio aporta una perspectiva interesante a la denominada cultura de la cancelación.Si se relacionan ambos conceptos, podría plantearse que, en muchas ocasiones, las personas no piensan realmente lo que aseguran en las redes sociales, sino que estas manifestaciones les permite sentirse parte de la Sociedad y no aislados de ella.
En conclusión, si bien la cultura de la cancelación puede tener algunos beneficios, como el señalamiento de comportamientos inapropiados o discriminatorios, también es importante reconocer sus consecuencias negativas. Una de ellas es, paradójicamente, que contribuye a la falta de libertad de expression por parte de las personas que temen ser excluidas socialmente.
En este context, la cultura de la cancelación puede generar un clima de miedo y autocensura, en el cual las personas se ven obligadas a conformarse con las opiniones predominantes o populares, incluso si no están de acuerdo con ellas. Esto, en definitive, limita la diversidad de pensamiento y la posibilidad de establcer un diálogo constructivo y respetuoso.
Si bien es importante denunciar y condenar comportamientos dañinos, también es necesario considerar que existe un proceso judicial más allá del ámbito social para castigar a las personas. Además, debemos tener en cuenta que, en muchas ocasiones, este tipo de “cancelación” se lleva a cabo sin evidencia alguna y con el único propósito de pertenecer o encajar en un determinado grupo social.
1. Gascón, Daniel. Libertad de expresión y cultura de la cancelación. Nueva revista, 2022. https://www.nuevarevista.net/libertad-de-expresion-y-cultura-de-la-cancelacion/
2. Noelle-Neumann, Elisabeth. La espiral del silencio: nuestra piel social. Paidós, 1995.
(*) Este artículo fue presentado como examen final de la materia Opinión Pública, cátedra Fernando Muñoz Pace.