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La contabilidad socio-ambiental y su actualidad en un contexto internacional de incertidumbre

  La contabilidad socio-ambiental y su actualidad en un contexto internacional de incertidumbre

Hernán Rissotto, profesor de Contabilidad y Control de Gestión en la Facultad de Negocios, comenta la situación actual y los problemas que se enfrentan con el cambio ambiental. Hace hincapié en cómo la contabilidad se encuentra entrelazada con esta realidad.

Uno de los problemas que afronta el hombre se vincula con su calidad de vida y son numerosos los ámbitos de discusión que tratan el tema de la degradación del medio ambiente, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

Estas son cuestiones que están creciendo y deben abordarse urgentemente si los países quieren alcanzar las metas establecidas en la Agenda para el Desarrollo Sostenible del 2030. Estos sucesos se acrecentaron con la pandemia generada por el virus COVID-19 que además produjo secuelas en los campos sociales, económicos y normativos.

El resultado fue una desestructuración del mundo tal como lo conocíamos y derivó en que las autoridades internacionales y locales tomarán medidas tendientes a prevenir la transmisión del virus como la limitación del movimiento de personas, la restricción de los vuelos y el cierre temporal de negocios y escuelas.

En febrero de 2022 empezó la invasión de Rusia a Ucrania que generó una ola de refugiados, un agravamiento de la crisis energética y el temor de una conflagración oriente-occidente.

Con anterioridad, en los inicios de este siglo aparecieron nuevas formas de organización social, económica y política vinculadas con la denominada sociedad del conocimiento. Esto derivó en nuevas tendencias que implican la reducción del espacio por medios tecnológicos, la caída de las fronteras, la acentuación de la competencia, la fragmentación física del ciclo productivo de bienes y las oscilaciones en el mundo laboral.

A raíz de estos cambios, la complejidad de la modernidad afecta a las organizaciones que deben afrontar diversos enigmas. Por ello, deben responder por las consecuencias de sus actividades sobre los agentes sociales y ambientales. Esto produce una mayor demanda de información y de mejor calidad.

De esta manera, parte del conocimiento de este impacto se logra mediante la información que brinda una de las ramas o segmentos de la contabilidad que es la contabilidad socio-ambiental y posee un marco regulatorio específico con numerosos antecedentes normativos nacionales e internacionales. Esta especialidad que se aboca al estudio de los efectos de la actividad de los entes en el todo social y medioambiental se diferencia de la contabilidad tradicional en que contempla las consecuencias en el patrimonio del ente, de hechos y acciones del entorno.

Entonces, podemos afirmar que vivimos en un mundo cada día más interdependiente que ha generado una diversificación del saber contable, el cual se inclina a reconocer especialidades adicionales a las tradicionales. Originalmente la contabilidad atendía una perspectiva centrada en un enfoque económico-financiero.

Luego, integró en sus procesos de gestión las consecuencias de las acciones sobre el entorno en el que operan las organizaciones. Algunas de estas herramientas que desarrolló la disciplina contable son las memorias que acompañan a los estados financieros, la información económico-financiera de la responsabilidad socio-ambiental, las memorias de sostenibilidad y los llamados balances sociales. Todos estos instrumentos impactan en la era global que se caracteriza por las múltiples interrelaciones.

Por lo tanto, las organizaciones como entes sociales, deberían elaborar y difundir información contable para rendir cuenta sobre su responsabilidad socio-ambiental. Ello significa, informar sobre los diferentes efectos originados de las interacciones a los diversos grupos de interés involucrados.

Esta división de la contabilidad está llamada a mejorar las prácticas de esta disciplina que deben respaldarse en un enfoque humanista y centrado en valores que no olvide que la organización tiene un compromiso y debe estar al servicio del hombre.