"la Selección salió victoriosa por 3-1" |
|
Medialunas, gaseosas e infusiones varias fueron el acompañamiento perfecto para seguir y alentar a la Selección Argentina de fútbol.
Los dirigidos por Sabella se enfrentaban a su par de Alemania, en Fráncfort, en carácter de amistoso internacional. Ávidos de ver a la “albiceleste” alumnos, profesores e incluso personal administrativo que se permitía cinco minutos de recreo, posaron su vista en el plasma que colgaba de la pared y apreciaron a Messi y compañía.
Respecto al partido en sí, la Selección salió victoriosa por 3-1. Pese al abultado resultado lo mostrado por los jugadores argentinos no deslumbró. Alemania sufrió la expulsión temprana de su arquero Ron-Robert Zieler y esto modificó de cuajo las intenciones del seleccionado europeo.
La roja del uno fue producto de la Ley de último recurso, a los 30 minutos de iniciado el cotejo. José Sosa entra al área y el uno que sale a cortar sin medir las consecuencias de su abrupta maniobra. Se lleva puesto a Sosa, penal y expulsión. La figura del Barcelona, no obstante, marraría desde los doce pasos dándole un aire a Alemania que parecía tener todo perdido.
Si ya la diferencia en la cantidad de jugadores abrieron las puertas a otro partido, a los 45 del PT, Sami Khedira decretaría el tema. Córner del lado izquierdo, el defensor que intenta rechazar, pifia el balón y este se cuela en el primer palo del portero. 1-0 para Argentina que tenía enfrente un panorama imaginado.
Entonces es imposible no analizar el resto del match sin tener en cuenta estos antecedentes. El carácter amistoso, la expulsión y el gol tempranero en contra, son causales que no suelen aparecer en otros momentos. Fue discreto el rendimiento de Argentina. Supo manejar los tiempos en el complemento y fue explosivo por instantes.
Lo mejor se vio en el complemento. La arrancó de Di María, Agüero abrió hacia la izquierda para Higuaín y el "Pipita" la cedió, mansa, para el remate seco y goleador del crack del Barcelona a las puertas del área grande. Fue la escena más bella que entregó el seleccionado. El resultado se decoraría con un zapatazo de media distancia (de esos que o se van a la segunda bandeja o entran y son un golazo) de Di María.
Alemania intentó una vez ponerse serio y logró el descuento tras una jugada colectiva precisa y técnicamente irreprochable, centro atrás y cabezazo de palomita de Benedikt Howedes a los 35m. No mucho más entonces en un partido que no dejó muchas pinceladas de fútbol, más allá de la cantidad de goles.
Aún así los chicos gritaron, sufrieron y aplaudieron de lo lindo en una tarde diferente, de esas típicas a las que nos tiene acostumbrado el Departamento de Deportes. Porque no importa, el porqué, el contra quien y el donde juegue, desde la UP la selección se alienta siempre.
|