| En los Juegos Olímpicos hay básquet, y del bueno. Por ejemplo, la Generación Dorada comandada por Ginóbili y Scola derrotó por 92-69 a un sorpresivo Túnez y encaminó su clasificación a los cuartos de final. Tras un primer cuarto de ensueño del equipo tunecino, que cerró dicho parcial con un 28-14 inesperado, los dirigidos por Lamas pusieron las cosas en su lugar y plasmaron en el tanteador las diferencias que existen entre ambos conjuntos.
Pero la nota, sin dudas, la dio Estados Unidos, que vapuleó a Nigeria por 156-73 y así marcó el récord de puntos marcados en un sólo juego, que hasta ayer estaba en manos de Brasil (había hecho 138 ante Egipto en los Juegos de 1988).
Pero no sólo en Londres hay básquet… El jueves por la noche, la cancha de básquet del Club Náutico Hacoaj también fue escenario de un duelo entre dos viejos conocidos, que ofrecieron un buen espectáculo de básquet. Sí, la UP se enfrentó a la UP. O, para que no haya confusiones, la Universidad de Palermo jugó contra Unión Patagónica, partido que les sirvió a los chicos de Palermo para seguir ajustando detalles de cara a la reanudación del torneo ADAU del próximo fin de semana.
Tras una buena entrada en calor, con tiros de tres, bandejas y penetraciones, y un gran abrazo grupal, muestra de la buena onda y respeto que existe entre ambos conjuntos, se dio comienzo al partido.
El equipo, nuevamente dirigido por Horacio Eira, paró en cancha a varias caras conocidas, como las de Martín, Felipe y Emilio, mientras el propio Horacio oficiaba de árbitro y DT. Con un buen volumen de juego, Palermo apostó a marcar diferencias en el poste bajo con Maxi, que peleó cada una de las pelotas y fue un dolor de cabeza para el conjunto patagónico. Mientras, la defensa ofrecía un gran sacrificio y se adueñaba de rebotes vitales para cortar el goleo rival.
Pero algunos baches comenzaron a aparecer en la ofensiva y Unión no lo perdonó, ya que de contra empezó a marcar diferencias en el tanteador. Viendo que el poste bajo ya no era propiedad de UP, Horacio metió mano en el banco y mando a la cancha a Oliver y Tomás. Pero el goleo seguía sin aparecer y por eso el entrenador se la jugó con Daniel, con tal de darle mayor frescura al ataque.
Tras una pequeña charla con sus dirigidos, donde se puntualizaron falencias en el sistema defensivo y se repasaron algunos conceptos de la ofensiva, Horacio dio un silbatazo con el que ordenó a los dos equipos volver a la cancha.
Fue allí cuando UP mostró lo mejor de su faceta ofensiva: buenas combinaciones, penetraciones y tiros de media distancia. Más allá de que la Unión Patagónica seguía castigando de contra o con alguna arremetida en el poste bajo, Palermo pudo acercarse al volumen de juego deseado.
Y ese, al fin y al cabo, fue el gran objetivo del partido: seguir ensamblando las piezas para que las cosas salgan de la mejor manera cuando se vuelva a escuchar el pitazo inicial en el torneo de la ADAU… |
