“Hoy Seba está encendido, no erra una”. Esta frase, propiedad de una de las chicas que formaba parte de la hinchada de UP, es la mejor para describir el par-ti-da-zo que hizo Sebastián Luna en la victoria de Palermo ante Filosofía y Letras por 68-60.

Porque Seba no sólo se calzó la camiseta de goleador (23 puntos), sino que también asistió a lo grande y además fue el motor anímico del equipo en lo que fue la primera victoria del torneo. Y si bien jugó con la 8 en la espalda, como habitualmente lo hace, Sebastián mereció tener la 10, ya que completó un juego sin fisuras.

Desde la línea de libres, con penetraciones imposibles, mediante tiros de media distancias… Luna castigó a Filo cómo y cuándo quiso y así, acompañado de una gran tarea colectiva, llevó a Palermo a gritar victoria tras cinco caídas seguidas.

¿Se sacaron la mufa?
¡Sí! ¡Por fin una!

Desde afuera se ve que cada partido es un paso adelante, ¿creés que es así?
Sí, hay más integridad en el equipo. Antes errábamos tres o cuatro pelotas seguidas y tirábamos la toalla, no queríamos saber nada. Ahora veo una gran actitud, de Ale, de Martín, de Emi… El equipo no da ninguna bola por perdida. Si tiramos y erramos, vamos los cinco al rebote. Estamos más ordenados, estamos mejor, sin dudas.

El sábado pasado se cayeron en el 3° cuarto y perdieron, hoy fue totalmente al revés.
Sí, parece que hoy el bajón fue para ellos. La realidad es que Gustavo nos agarró en el vestuario y nos hizo un lavado de cabeza. Entramos con otra actitud y fue clave para ganarlo.

¿Qué fue lo que más te gustó de UP?
La actitud 100%. Como equipo hay que seguir mejorando, pero resalto la actitud ante todo.

En cuanto a tu partido, hoy metiste todo lo que tiraste…
No sé, a veces pasa (risas). Supongo que es parte del entrenamiento. Por ejemplo, mi último partido fue bastante malo, no sumé ni diez minutos en cancha por todo lo que erré. Había faltado tres semanas a los entrenamientos por el tema de los exámenes, pero esta semana volví al ruedo y las pelotas metidas hoy son el resultado de eso.

¿Cuánto vale este triunfo en lo anímico?
Muchísimo. Esto demuestra que los entrenamientos no son en vano. El último jueves en la cancha hacía -10º y éramos diez. Todos estamos yendo martes y jueves y eso se nota.