En su debut absoluto dentro de la liga ADAU, el representativo B cayó 3-2 frente a Austral pese a haber merecido el empate en el último cuarto de hora.
Había llegado el momento que muchos alumnos esperaron a lo largo del último año, el paso de ser un grupo recreativo a uno que también competiría en nombre de la Universidad por fin se había concretado y el bautismo en la categoría C se había hecho presente.
Los elegidos por el profe Facundo Trigueros para salir a la cancha en esta ocasión fueron Diego Salazar; Matías Vidiri, Enrique Accinelli, Nicolás Leyba, Carlos García Alemán; Rodrigo Duben, Diego Ospina, Matías Martínez; Martín Gastaldi; Lucas Cordini y Nicolás Alfonso Solina, quienes durante la primera mitad no pudieron hacer pie dentro del terreno de juego y se fueron al descanso 2-0 en desventaja. Los tantos fueron producidos por un desborde desde la izquierda y posterior definición al primer palo y luego un fatídico centro proveniente del costado derecho que un defensor no pudo desviar y terminó venciendo a su propio arquero.
Hasta ahí lo más claro del local fue la presencia de “Buda” Ospina en el círculo central, quien se puso en el papel de conductor al distribuir el balón a sus compañeros casi de manera perfecta, pero fueron los cambios del entrenador los que terminaron dándole más empuje al equipo con los ingresos de Yordano Rizzo y Mauro Marenco para atacar con mayor precisión por los costados.
El descuento gracias a otro gol en contra rápidamente recibió su baldazo de agua fría, ya que Austral puso el 3-1 por intermedio de un penal que parecía que iba a dar por sellada las acciones, pero aún quedaba tiempo para más.
Justamente la pareja que entró desde el banco puso algo de suspenso en la definición por el 3-2 convertido por “Maurito”, que solo tuvo que empujar un muy buen buscapié efectuado por Rizzo tras una apilada por la derecha.
Gracias a ese tanto, el conjunto “B” de la UP logró inclinar la cancha hacía al arco visitante a puro corazón, pero el reloj se convirtió en su principal adversario y los minutos empezaron a correr cada vez más rápido hasta que el juez marcó el final sin que la ilusión del empate pudiera convertirse en realidad.
Más allá de la derrota, los ánimos no se fueron tan por el piso porque los jugadores entendieron que actuando de la misma manera en que se hizo en el tramo final, los resultados no van a tardar en llegar y el deseo de ascender puede convertirse en realidad.
Publicada: Lunes 11 de abril de 2016