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Para “Maxi” el básquet es algo importante en su vida, es parte de su trabajo, es parte de las distracciones diarias de la semana y es una verdadera pasión. Por eso, antes del último entrenamiento semanal junto al equipo de Palermo, nos brindó un interesante análisis de lo que será la participación del seleccionado argentino.

-Como un fanático del básquet, ¿estás muy pendiente de los próximos juegos?
-Sí, estuve yendo a cubrir los partidos preparatorios en Tecnópolis, no pude también ir a Córdoba porque tenía que cumplir con mi trabajo, pero la verdad es que estoy muy atento, con muchas expectativas.

-¿Qué generan los Juegos Olímpicos en la selección de básquet?
-Creo que los juegos Olímpicos tienen algo especial para el básquet, es el evento deportivo que más emociones genera, a diferencia de lo que ocurrió con el fútbol que muchos jugadores renunciaron y también el entrenador. En cambio, en el básquet el torneo por excelencia son los olímpicos, un claro ejemplo es Estados Unidos, que es el máximo exponente del deporte, que con el Dream Team siempre apunta a la medalla de oro desde Barcelona 92.

-Será uno de los últimos torneos para varios jugadores de la “Generación Dorada”, ¿creés que hay chances reales de acceder a una medalla?
-Es muy difícil porque Argentina tiene un grupo en el cual tres de los que están pueden ser campeones del mundo hoy en día, o al menos llegar a una final. Ellos son España, Croacia y Lituania. Estamos frente a una España que hace diez o doce años viene dominando el básquet FIBA, y dos selecciones como Croacia y Lituania que son desprendimientos de la antigua Unión Soviética que es una gran escuela de básquet. Es muy difícil pero el corazón de Argentina pesa, al estar Ginóbili, la vuelta de Delfino, Scola y los pibes que están empujando mucho, pude ver una selección que defiende como en las mejores épocas de la Generación Dorada.

Publicada: Viernes 05 de agosto de 2016