Pablo Esteban Choi, estudiante de Diseño Gráfico, recuerda cómo fue su experiencia de trabajar en un jardín de infantes y estar a cargo de varios niños pequeños.
“Estudié medicina un año pero decidí dejarlo. Hasta que comencé esta carrera, estuve seis meses sin hacer nada. Mi familia me exigía que hiciera algo por lo que fui a buscar un trabajo. Una amiga me comentó que tenía un trabajo disponible en un jardín de infantes. Ahí conseguí un trabajo como “maestro jardinero”. Al principio era asistente y, al tiempo, pasé a estar a cargo de los nenes que tenían entre 3 y 5 años. Les enseñábamos a escribir el alfabeto, hacíamos juegos, les tenía que dar de comer, llevar al baño y un poco de todo. Estuve trabajando ahí siete meses. Al principio me gustó, pero después ya no tanto. Ahora doy clases particulares de castellano a gente que viene de Corea para que aprenda el lenguaje. El año pasado comencé de forma más regular, antes lo hacía de vez en cuando. Generalmente, es gente de la comunidad que recién llega al país y necesita ayuda para poder adaptarse mejor”.
Publicada: Viernes 28 de abril de 2017