Si bien la primavera ya comenzó, las bajas temperaturas siguen azotando las calles de Buenos Aires. Por esto, qué mejor que una relajante clase de yoga para descontracturar entre clase y clase y hacer entrar el cuerpo en calor.
A partir de las 11:30 se llevó a cabo una nueva sesión de Yoga a cargo de Pamela, junto a alumnos de todas las carreras de la Universidad. Como siempre, la clase comenzó con un poco de eloganción y una pequeña entrada en calor para meterse en el clima que el yoga necesita. Los chicos, con el correr de los entrenamientos y con lo a gusto que se sienten en cada una de las clases, han podido avanzar mucho en temas de elongación, respiración y relajación principalmente.
Más adelante, continuaron con algunos ejercicios un poco más activos, siempre con música relajante de fondo y las indicaciones de la instructora para corregir las malas posturas.
Ya sobre el final, las luces se apagaron con el objetivo de hacer disminuir más las pulsaciones, acompañados de un ritmo musical que reforzaba el tenue clima en búsqueda de la relajación máxima. Tal fue así que sobre el final de la clase, Maria Emilia Malaspina decidió recomendar esta actividad: "la recomiendo porque permite conocerse mucho a uno mismo a medida que uno va descubriendo distintos tipos de respiración y distintos movimientos con el cuerpo. Te permite una mayor conexión y además como que te da mucha tranquilidad, mucho equilibro para poder rendir y estudiar. La verdad es muy recomendable".
Publicada: Jueves 28 de Septiembre de 2017