Conocé más sobre este ejercicio simple de ejecutar, con un solo elemento y múltiples beneficios.
Solo se necesita un poco de cuerda, aprender la técnica y mejorar tiempos. Es una de las actividades que genera mayor gasto calórico aún por encima del running. Además tiene la ventaja de que puede hacerse en cualquier lugar, ya sea al aire libre o en un espacio cerrado, y prácticamente no tiene contraindicaciones. Entre los principales beneficios de saltar la soga pueden enumerarse:
Quema calorías. O favorece la oxidación de ácidos grasos. Este es el beneficio que siempre se menciona como prioritario de este ejercicio.
Mejora la resistencia. Otro beneficio tiene que ver con la respiración o el caudal de oxígeno necesario para hacer una actividad física. Cuando mejoramos la resistencia ese caudal se amplía.
Fortalece el corazón. Es un ejercicio cardiovascular por excelencia. Le hace bien al corazón, lo fortalece y todo el circuito sanguíneo se ve beneficiado por este acondicionamiento aeróbico.
Favorece la coordinación. Saltar la soga es una actividad que involucra a todo el sistema nervioso, se necesita un alto grado de atención.
Involucra a gran cantidad de músculos. Saltar a la soga pone a trabajar a todo el tren inferior, en especial el glúteo mayor y los gemelos; al tren superior, como brazos y hombros, pero también a la zona media, los músculos abdominales y lumbares encargados de generar el equilibrio y permitir mantener la coordinación en cada vuelta. Todos estos músculos adquieren fuerza y se tonifican.
Trabaja la propiocepción. Al estar implicadas tantas articulaciones (como rodillas, tobillos, muñecas y hombros), y músculos del cuerpo en una misma actividad, favorece el desarrollo de la conciencia corporal, de la posición relativa de nuestros músculos en el cuerpo y de su función al realizar ejercicio.
Publicada: Martes 3 de noviembre de 2020