Los calores intensos nos dan ganas de zambullirnos en el agua, pero hay que ser precavidos ¡Leé más!
Calor, pileta, rio, mar, laguna, lo que esté permitido para poder refrescarse. Pero atención con el cambio brusco de temperaturas corporales.
No siempre la mejor decisión ante una situación de calor intenso es la de sumergirse en agua fría. ¿Por qué? Bueno, se trata de una situación muy peligrosa ya que al pasar de golpe de una temperatura elevada a una muy baja, el cuerpo puede entrar en shock.
Las consecuencias pueden ser realmente lamentables, por lo que lo mejor en esas situaciones que no se aguanta la temperatura por ser muy elevada, la manera de refrescarse debe ser progresiva.
No debe ser con agua extremadamente fría, sino fresca. Es bueno hidratarse mucho. En caso de elegir la ducha, comenzar con agua tibia e ir disminuyendo la temperatura. Nunca tirarse a la pileta, mucho menos a un río, de forma brusca. Hay que introducirse en el agua de a poco.
Publicada: Lunes 14 de Diciembre de 2020