Las contracturas musculares son una advertencia y más también ¡Conocé más!
La contracción muscular se produce porque un músculo aumenta su tensión, por consiguiente, hay un acortamiento de sus fibras, o simplemente por el aumento de tono muscular, que ha pasado de un estado de reposo a uno de trabajo. Cuando es persistente, dolorosa e involuntaria, se le aplica el término de contractura.
A continuación repasamos los diferentes tipos de contracturas que se pueden dar, para reconocer las causas y mantenerse alerta ante estos avisos que da el cuerpo.
Contracturas por choque o golpe: Se producen tras un impacto, ya que el cerebro activa un mecanismo de defensa en el cual la musculatura se contrae para proteger las estructuras sensibles. Una zona común puede ser la zona cervical, tras una caída o choque.
Contracturas por mala postura: Se producen de forma lenta o más progresivamente, al no mantener una buena postura corporal o al realizar movimientos impulsivos y de mal modo. En este grupo se ubican los típicos nudos del cuello.
Contracturas por hipotonía: Quizás las más relativas a una práctica deportiva, ya que se trata de lo que también se denomina como espasmos musculares. Se dan cuando el músculo está débil y se le exige una contracción más fuerte, por lo que el cuerpo responde con una contractura para evitar la rotura de fibras.
Contracturas por deshidratación: La no ingesta de líquidos que hidratan el cuerpo, también puede llevar a que los músculos se contraigan y no tengan la laxitud correspondiente y por tal motivo, deriven en una contractura.
Si bien no se trata de una lesión o un impedimento para realizar actividades en los días posteriores, si se deben tener en cuenta y tratar de reconocer su causa para buscar una correcta solución. Ejercitarse con óptimas condiciones es siempre lo más saludable.
Publicada: Viernes 20 de noviembre de 2020