La práctica de Ajedrez en la UP sigue creciendo, apoyada en buenos resultados de competencia y nuevos alumnos que se suman.
Dos elementos esenciales, piezas y tablero. Peones, torres, caballos, alfiles, rey y dama. Blancas y negras. Un tablero que se conforma por 8 filas y 8 columnas. Ese es el contexto que se necesita para iniciarse en Ajedrez.
No hay que ser ni un súper dotado, ni tener cierta edad. De hecho, el profesor Thomas Robirosa se propone romper con estos dos grandes prejuicios y con algunos más como el de que “es aburrido y para gente grande”.
Para lograr atravesar esas barreras desde la Universidad se impulsa la práctica tanto para principiantes, como para aquellos que tienen ya algún conocimiento previo. Se realizan competencias donde la institución participa como tal y próximamente, la UP podría lograr ser sede de una de las fechas.
Yendo al juego, una vez entendidas las reglas de cada pieza, se comienza a profundizar en el través del cálculo y las posibilidades. Intentando analizar diferentes variantes sin necesidad de moverlas, es decir, utilizando la mente.
El juego es por turnos entre dos personas comenzando el jugador de piezas blancas. Cada pieza tiene su habilidad particular y el objetivo final será intentar realizar el famoso jaque mate, es decir atacar al rey de color opuesto sin dejarle posibilidades de moverse.
“Paciencia y proyecto a mediano, largo plazo” así define el profesor de la disciplina las características en las que hay que trabajar para crecer, además comenta que “Es una herramienta nueva. Un sistema metódico que ayuda a la concentración y ejercitación”, pensando en aspectos de la vida cotidiana.
Publicada: Miércoles 21 de Agosto de 2019