No es una habilidad tan venerada como otras pero al ver sus beneficios, invita a conocer más ¡Mirá!
La flexibilidad es la capacidad que tienen las fibras del cuerpo para estirarse ante un movimiento. Esa amplitud de movimiento que tiene una articulación no se basa al cien por ciento en la elasticidad de las fibras, pero si es el factor más determinante.
Hay que saber también que con la edad las fibras pierden colágeno y esto afecta la movilidad, algo que también provoca el sedentarismo. Por lo cual es fundamental mantenerse activos y brindarle al menos un poco de tiempo a ejercitar esta cuestión.
Se puede optar o combinar, ejercicios de flexibilidad estática o dinámica. La primera consta de estiramiento de músculos y tendones, en posición fija, con una duración de al menos 20 segundos por cada vez. Mientras que la segunda remite a ejercicios en movimiento que requieren de repeticiones y pueden ir aumentando en fuerza e intensidad.
Un ejemplo de la estática puede darse con los abductores. Sentado en el suelo, se abren las piernas estiradas al máximo de la capacidad personal y se inclina el torso hacia delante, sin doblar las rodillas. Hay que estirar los brazos e intentar bajar lo más que se pueda.
Otra opción, pero de las denominadas dinámicas, es el puente. Se trata de una postura utilizada en yoga, que estira columna, pecho, cuello y hombros. Boca arriba en el suelo con las rodillas flexionadas, se levanta la pelvis y el torso hasta los hombros. En esa posición se tiran los hombros hacia abajo para que queden bien apoyados en el piso.
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Publicada: Miércoles 21 de octubre de 2020