La entrada en calor favorece no solo a la preparación del cuerpo antes de entrenar sino también a nuestra mente ¡Mirá más!
El calentamiento previo a la actividad, permite al cuerpo del deportista adaptarse física y mentalmente al ejercicio de manera gradual.
Se compone de ejercicios que permitan obtener un estado óptimo de preparación tanto psicofísica como motriz, además de contribuir a la prevención de lesiones. El calentamiento aumenta la calidad del rendimiento físico poniendo en correcto funcionamiento los sistemas involucrados en la actividad.
Existen factores internos y externos que intervienen en la entrada en calor:
Factores internos
Edad: el calentamiento se realiza a cualquier edad siguiendo los mismos principios básicos (empezar por un calentamiento general para pasar luego al específico) pero el tiempo de calentamiento y su intensidad se modifican en función de la edad.
Nivel de entrenamiento: el calentamiento debe regularse según el estado de entrenamiento al que este acostumbrado cada deportista. Una entrada en calor demasiado intensa en un atleta poco entrenado puede producir tal fatiga que su capacidad de rendimiento se vea perturbada con un aumento de los riesgos de lesión.
Actitud mental: existe una estrecha relación entre el calentamiento y la motivación, es decir; la actitud psíquica con respecto a la entrada en calor. Una actitud negativa anula o reduce totalmente el beneficio del calentamiento.
Factores externos
El horario: el calentamiento por la mañana debe ser progresivo y más largo que el calentamiento que se realiza por la tarde, debido a que las diversas funciones del organismo están casi fuera de acción.
La temperatura exterior: al igual que el horario, la temperatura y las condiciones climáticas estimulan o perturban el desarrollo del proceso de entrada en calor. Una temperatura ambiente elevada permite disminuir el tiempo de calentamiento mientras que un día lluvioso y frío lo alargan.
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Publicada: Miércoles 24 de febrero de 2021