Una parte elemental para que el básquet sea el deporte que conocemos ¡Mirá más!
Sin aros no se puede jugar al básquet, eso está claro, sin embargo y a pesar de que muchos entienden al aro como el todo, la parte del tablero en sí, es una distinción propia del deporte y que lo separa por ejemplo de otra disciplina como lo es la pelota al cesto.
Esa tabla que en algunas casas es de madera o simplemente una pared donde se colocó el hierro cilíndrico que oficia de aro, en un rectángulo de juego habilitado debe ser de material acrílico necesariamente. Sus medidas reglamentarias son de 1.05 por 1.80 metros, de al menos 30 milímetros de grosor y con los bordes inferiores acolchados. En la parte central inferior, se encuentra un rectángulo pintado de 0.59 por 0.45 metros y que
está elevado del tablero por la parte baja 15 centímetros.
Es ese pequeño cuadrado pintado, que quizás puede parecer protocolar o un recurso estético, el que en realidad interesa al momento de lanzar al aro. Es que si bien la pelota puede pegar en cualquier parte del tablero, la manera de que ayude a que la bola toque la red y se traduzca en puntos, es apuntando dentro de esas líneas o en sus bordes.
Para realizar una bandeja, lo primero que se enseña es apoyarse en el tablero como guía y buscar los ángulos del cuadrado pintado de blanco, ya que asegura que la pelota caiga dentro del aro, con una correcta dirección.
Publicada: Viernes 27 de noviembre de 2020