La importancia de sostener el ejercicio y sus repercusiones psicológicas. ¡Leé más!
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la inactividad física está entre los principales factores de riesgo de mortalidad global. De hecho, hay abundante evidencia sobre que el ejercicio contribuye a retrasar la aparición de al menos 40 enfermedades crónicas.
Diversas investigaciones han demostrado que la práctica regular de ejercicio previene la fragilidad ósea en edad avanzada. Por el contrario, una baja forma física puede aumentar el riesgo de mortalidad por cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Los estudios indican, además, que la actividad física mejora la salud mental. Es más, su práctica regular se considera una alternativa en la prevención de la depresión, alzhéimer o párkinson.
Por todo ello, en la actualidad uno de los grandes desafíos es reducir el comportamiento sedentario y promover la actividad física en adultos.
Además de comer bien, mantenerse al día con la actividad física también puede ayudar a mejorar la mentalidad de la vida de una persona. Cualquier tipo de actividad física puede marcar la diferencia en el estado mental de una persona, ya que el ejercicio libera endorfinas para sentirse bien. También influye el hecho que verse físicamente mejor hace que nos sintamos mejor. Cuando una persona comienza a sentirse bien consigo misma, su autoestima aumenta, aliviando así los sentimientos depresivos.
Mantenerse físicamente activo también puede reducir la sensación de estrés. Cuando una persona hace ejercicio, se forma norepinefrina, un químico capaz de estabilizar la reacción del cerebro y el cuerpo al estrés.
¡Démosle importancia, mantenerse activo es algo esencial para mejorar y mantener una buena calidad de vida!
Publicada: Martes 29 de diciembre de 2020