Después de semanas de dura competencia, los chicos de fútbol tuvieron su momento de relajación. A pesar de que les resta jugar un partido, aprovecharon el entrenamiento para distenderse y cambiar la rutina que venían realizando.
Con el resultado adverso del fin de semana pasado, el grupo no pudo completar los objetivos que se habían planteado a principio de año. Todavía resta disputar un partido oficial por el tercer puesto de la Copa Amistad, pero tendrán dos semanas para planificarlo.
Sabiendo eso, el entrenador Trigueros diagramó una jornada diferente, con distintos ejercicios recreativos, pero con la competitividad siempre presente.
Para comenzar disputaron un mini torneo de penales. Cada jugador debía pasar por el arco y los restantes ejecutar desde los doce pasos. Ahí el DT también se unió al grupo y estuvo infalible, solo fallando uno de los que ejecutó. En el arco se destacó la figura de Mauro Marenco y Javier Osorio, que sorprendieron con sus voladas.
Después se agruparon y aceptaron el desafío de realizar pases de cabeza y terminar por embocarla en un cesto de basura. Con un jugador ubicado en el centro y el resto a su alrededor, debía ejecutar pases con la testa a sus distintos compañeros para que se la devuelvan. A pesar de rotar posiciones y probarlo varias veces, no se pudo completar con la cabeza el último toque.
Para ir cerrando la noche, disputaron una especie de “fútgolf” con la consigna de, partiendo desde la mitad de cancha, pegarle a los postes del arco siguiendo un orden. Cada participante lo hacía por turnos de acuerdo de los que quedaban más cerca. Una vez completado en un arco, había que hacer lo mismo en el otro. Allí se destacó Santiago Bernal, que en dos oportunidades se coronó ganador.
De esa manera, con lo que resta del año los chicos aprovechan para divertirse y relajarse. Los próximos entrenamientos ya podrán palpitar lo que será su último duelo oficial.
Publicada: Martes 06 de octubre de 2015