Los conjuntos de fútbol acudieron al Club de Amigos con los ánimos bien altos para completar un nuevo entrenamiento. Cuando se desarrollaban los primeros minutos, una fuerte tormenta obligó a suspender la práctica.
Como se ha hecho costumbre, los días miércoles concurren gran cantidad de alumnos deseosos de poder correr y patear un poco la pelota. Los equipos representativos A y B volvieron al club con todas las intenciones de entrenar.
Antes de que se hiciera la hora de comenzar, varios jugadores ya estaban en las gradas. Mientras se cambiaban, charlaban y hasta tomaban unos mates, los demás fueron llegando y con ellos el entrenador.
Rápidamente, quizá presagiando lo peor, el DT entregó pecheras para formar dos equipos en cancha. La pelota comenzó a rodar justo cuando las primeras gotas se hacían presente.
Con todas las ganas de continuar, los alumnos siguieron durante varios minutos, hasta que la tormenta se hizo más fuerte y Trigueros no tuvo otra opción que pitar y dar por terminada la jornada.
Varios se quedaron refugiados esperando que la lluvia se detenga para regresar a sus hogares. Sin nada más que hacer, iniciaron la partida, esperando la semana próxima tener revancha y poder entrenar con normalidad.
Publicada: Jueves 15 de octubre de 2015