Adriana Almeida es docente de la Facultad de Sociales y desde chica tomó la decisión de ser docente. ¿Por qué? Porque no se imagina trabajando de otra cosa y porque es su forma de devolverle algo al mundo de todo lo que le dio.
¿Por qué quisiste ser docente?
- Yo decidí ser docente ya en la secundaria. Yo creo en la educación y me parece que esta es mi mejor contribución para mejorar la sociedad. Entonces creo que no podría trabajar de otra cosa.
¿Qué materias dictás actualmente?
- Acá en la UP la materia que dicto es Arte Colonial.
¿Hace cuánto trabajás en la UP?
- Empecé como oyente y ayudante de una docente que se llama Marta Sanchez, cosa que me pareció sumamente importante porque una cosa es estudiar los contenidos para rendir un examen y otra es saber bien el contenido y ser capaz de explicar las cosas a otras personas.
¿Cómo querés que te recuerden tus alumnos el día de mañana?
- Estoy muy convencida de que cuando dicto arte colonial la gente está acostumbrada a pensar que es una clase en la que nos la pasamos hablando del pasado pero para mí estamos estudiando la semilla de lo que somos nosotros, los latinoamericanos. Entonces yo quiero que se acuerden de mi como una persona que les trajo nuevos enfoques para pensar la realidad, para pensar el mundo de hoy. Porque pensando el mundo de hoy uno puede planear el futuro. Yo quiero que se acuerden de mí como una profesora que trajo ideas a las clases. Mi materia no se basa en saber el nombre del pintor, el momento histórico exacto sino de entender estas ideas de cómo se gestó América y como llegamos a ser esto que somos hoy. Por eso trabajo mucho el concepto de identidad, de mestizaje y de valoración de lo que es ser latinoamericano, para generar curiosidad de quienes somos nosotros mismos y nuestras raíces. Y estoy contenta con eso porque tengo la sensación de que funciona.
¿Qué sentís que te enseñaron tus alumnos?
- Lo primero que me gusta de la UP es el hecho particular de que los alumnos vienen de diversos países. Ahora por ejemplo tengo un grupo súper latinoamericano, ya que yo soy de Brasil, tengo una alumna colombiana, una mexicana, una peruana y una de Argentina. Entonces ese intercambio de cultura, esa convivencia es lo más lindo y lo que más aprendo de los alumnos. De sus costumbres, de cómo son sus prácticas. Para esto, es importante no perder la humildad y hacer entender a los alumnos de que estamos solamente en un momento de aprendizaje y uno tiene que estar abierto, dispuesto a la escucha para conectarse con los estudiantes.