Nahuel Seijas (Depto. Alumnos) es fanático de Boca y habitué asistiendo a La Bombonera. Si bien cuenta que la mayoría de las veces se ha ido feliz a su casa, en esta oportunidad decidió recordar uno de los días más duros que le tocó vivenciar dentro de este único estadio.
"Me acuerdo del partido de Boca vs River del gas pimienta, estuve ahí. Era la vuelta de la Copa Libertadores del año 2015 y Boca había perdido 1 a 0 de visitante con un arbitraje muy malo. Y bueno, ese partido fui esperanzado en que lo ibamos a dar vuelta y nada, ya sabemos lo que pasó. Boca jugó muy mal durante el primer tiempo, casi no atacamos pero bueno, uno siempre piensa que a River le va a terminar ganando porque así lo dice la historia. Ya había pasado en el 2000, que habíamos terminado 0-0 en el primer tiempo y después ganamos 3-0, y también en el 2004 les terminamos ganando. Entonces la verdad es que estabamos esperanzados, ese era el clima que se vivía en la cancha. De repente, cuando salen los equipos a la cancha para el segundo tiempo, desde la tribuna vemos que no arrancaba y no entendíamos por qué. Yo estaba en la platea y no entendíamos por qué no arrancaba el partido. Pensabamos que había habido un accidente pero no sabíamos bien, circulaban muchas versiones. Decían que había sido un gas de guerra el que habían utilizado y hasta escuchamos que le habían pegado un tiro a alguien, por lo que no se entendía nada de lo que pasaba. Cuando vemos que tardaba y no comenzaba la segunda mitad, la gente se empezó a poner nerviosa hasta que en un momento vemos que los jugadores de Boca se acomodaron para empezar el partido nuevamente. Ahí obviamente todos nos entusiasmamos porque queríamos que empiece ya. Cinco minutos después de esto, la voz del estadio dijo que se suspendía el partido y fue una desilusión tremenda.
Una vez que informaron eso, lo que empezamos a pensar es que el partido iba a reanudarse la próxima semana en un estadio neutral porque sabíamos que la cancha de Boca iba a quedar suspendida por algún motivo, el cual no llegué a conocer hasta que entré a mi casa. Cuando llego, prendo la televisión y me entero la versión real de lo que había pasado y a los dos o tres días sale el anuncio de la Conmebol de que el partido se daba por terminado y Boca quedaba afuera. La verdad es que me quería matar, quedó un recuerdo triste".