Suele decirse que el médico Francés Joseph Ignace Guillotin fue el inventor de la guillotina. Sin embargo, ese método de decapitación es mucho más antiguo. De todas formas, su nombre fue atribuído a dicho invento. ¡Conocé mas!
Lo que el doctor Guillotin hizo el 31 de diciembre de 1789 fue proponer en la Legislatura que todas las ejecuciones se realizaran con ese instrumento. Y lo hizo con el fin de encontrar un sistema rápido, efectivo, que no demorara el suplicio de los ajusticiados. En otras palabras, Guillotin entendió que ese sería el método más humanitario a la hora de realizar una ejecución.
El 31 de marzo de 1790, el parlamento debatió el nombre adecuado para el aparato sin que se pusieran de acuerdo. El mecanismo se aplicó en ratas y ovejas. Se realizan los ajustes y el mismísimo rey Luis XVI propuso que se empleara una cuchilla de filo oblicuo, que haría más efectivo el corte. La máquina fue probada en cinco cadáveres de locos del asilo de Bicetre. A partir del 28 de abril de 1792 apareció como “guillotin” en documentos oficiales. El 27 de mayo, Nicolás Jacques Pelletier, ladrón de caminos, inauguró el sistema. Antes de que se cumpliera un año de a primera ejecución, el 21 de enero de 1793, rodó la cabeza de Luis XVI.
Se ha repetido mucho que el promotor de la máquina terminó sus días en tiempos de la Revolución francesa, guillotinada. Pero no es así. Fue el ántrax el que se cobró la vida de Joseph Ignace Guillotin el 26 de marzo de 1814, cuando contaba con setenta y cinco años de edad. El mito surgió a partir de una confusión: un doctor de apellido Guillotin fue decapitado en Lyon. Ese hombre si fue víctima de su apellido.
Fuente: Daniel Balmaceda. Historia de las palabras. Buenos Aires. Sudamericana, 2011