Si bien probablemente no tomemos conciencia de esto, existe un sinnúmero de situaciones en nuestra vida cotidiana que tienen trascendencia jurídica.
Abordemos algunos ejemplos. Con el simple hecho de comprar algo en un kiosco adquirimos la propiedad de aquello que compramos y a cambio otorgamos su precio en dinero; al utilizar el transporte público podemos instar a que el medio utilizado nos traslade de un modo seguro a un lugar determinado.
Si intentamos encontrarle el significado jurídico a estas situaciones y muchas otras podemos sucintamente arribar al siguiente razonamiento: en todos los casos expuestos tenemos la posibilidad de exigir de otros una conducta determinada u otros la pueden pretender de nosotros y para que esto sea posible es indispensable la existencia de una norma preestablecida, que le dé soporte jurídico, y de este modo nos pone en contacto con el Derecho.
Siguiendo con la idea del texto, de la vida cotidiana y su relación con el derecho, les sugiero que busquen en Twitter el hashtag #LeyMataCartel en el que podrán encontrar carteles con los que nos topamos diariamente y que no necesariamente son legales.