David Liendro (Soporte Técnico) comenzó su amor por la bicicleta cuando era chico y, ahora, compite en carreras de mountain bike. Su próxima competencia será en noviembre en las sierras tandilenses. Acá nos cuenta cómo se inició en este deporte y cómo se prepara para ese evento tan importante.
“Hace un año y medio, aproximadamente, que practico mountain bike. Entreno con un equipo tres veces a la semana en La Lucila. Como son tres clases, el profesor va variando el entrenamiento. En una de las clases hacemos velocidad, en otra fuerza y en la última, distancia. Normalmente vamos por el Hipódromo de San Isidro, el KDT o Parque Sarmiento”.
Esta actividad le permite a David desconectarse de la rutina. “Cuando agarro la bici me libero. Capaz que tengo mucha energía o tengo un día malo y me desquito con la bicicleta. Es mi momento para relajarme y desconectarme de todo”.
El amor por la bicicleta le surgió de chico, cuando salía con su papá a pasear. “Siempre me gustó andar en bicicleta. Pero el año pasado una amiga me dijo para ir a andar en bici. Yo tenía una de mi viejo ahí tirada, la arreglé y salimos. Me gustó tanto que empecé a salir en grupo. Paseando, obviamente. Íbamos a Tigre o a distintos lugares. También, me gustó el ambiente del ciclismo, porque hay gente de todas las edades y de distintas clases sociales. De repente, terminé en un equipo. Me gustó el hecho de salir a entrenar. Antes era más que nada un paseo exigido, ahora es un entrenamiento completo”.
“Empecé con una bici normal. Esa que era de mi viejo y había arreglado. Después, me compré una pero en un supermercado, estaba buena, pero me di cuenta que para entrenar y las carreras necesitaba otra cosa. Entonces, ahorré y recién este año me compré una buena bici como para poder competir. Para las bicis de mountain bike es importantísimo tener buena suspensión, porque siempre pasamos por terrenos de piedra y esas cosas que, si vas sin suspensión, los brazos te quedan duros. El traqueteo es terrible, te mata. Es clave estar cómodo en la bici porque vas a estar un par de horas ahí arriba”.
Si bien en la semana entrena sobre asfalto, los fines de semana aprovecha para ir a distintos circuitos de mountain bike por Pilar o Ezeiza para practicar la técnica. Además de entrenar, David compite en distintas careras. “Compito en dos carreras por mes, más o menos. La próxima que voy a correr es una en Tandil, el 5 de noviembre, que es bastante importante. Todo el año estuve preparándome para esta carrera. Son casi 50 kms en senderos de montaña. Es intenso pero, como es una carrera tan importante, no pienso tanto en la distancia”.
De las competencias tiene varias anécdotas, pero la primera que se le vino a la mente fue una un tanto accidentada. “En una carrera me quedé sin frenos y me la di contra un árbol. Era una carrera con mucho barro y yo tenía la bici del supermercado entonces no aguantó nada. Se me movió todo y me quedé sin frenos. Fue terrible”, recuerda David.