Periodismo Posconflicto. El caso Colombia

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En el marco del curso “Periodismo posconflicto. El caso Colombia”, dictado por la Facultad de Ciencias Sociales, dialogamos con el disertante Javier Bernabé Fraguas, periodista especializado en política internacional y docente de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). A su vez, es autor del libro “Periodismo Preventivo”, donde apuesta por un modelo de información que sirva para la resolución pacífica de crisis y conflictos.

¿Qué importancia le asigna a este tipo de cursos de temáticas que no estan tan desarrolladas en la formación de los periodistas?
No es un tema tan extendido pero debería empezar a serlo. Creo que la iniciativa de la UNESCO, junto con la Universidad de Palermo, ha sido excepcional porque lo que se plantea en Colombia es un panorama nuevo, diferente. Si no tenemos a los muchachos formados para cubrir este tipo de acontecimientos distintos, que son las situaciones posconflicto y de pacificación de países, vamos a tener un problema desde los medios de comunicación. Por eso estas iniciativas son necesarias.

En cuanto a lo que se denomina el periodismo preventivo, ¿qué rol puede llegar a cumplir un periodista en estos estados de pacificación luego de conflictos?
Un papel fundamental, porque no hay que invertir tiempo de periodismo en hacer coberturas sensacionalistas, amarillistas, en cubrir solo sangre, sino en explicar el contexto de las situaciones, invertir en que, a través de la información, la gente tome conciencia de lo que ha pasado de negativo para que no vuelva a pasar, es básico. Esos serían algunos de los lineamientos fundamentales del periodismo preventivo.

Hay quienes piensan que el romanticismo va a llevar a la muerte del periodismo tal y como lo conocemos. Creo que para usted es todo lo contrario, ¿es así?
Yo creo que si se pierde el romanticismo de la profesión estamos mal. Es una profesión muy diferente a las otras. Es una profesión que no tiene horarios, que en muchos casos tiene historias épicas a través de las historias que cuenta. Es una profesión de contar historias. Evidentemente, yo no puedo contarte una historia en 140 caracteres. No puedo contarte una historia en dos fotografías. Hace falta tiempo, hace falta espacio. Hace falta hacer un tipo de periodismo más pausado. Puede que las nuevas tecnologías aparenten que no vamos para allá, pero yo creo que es fundamental aprovechar esas nuevas tecnologías para hacer reflexionar a la gente, no para bombardearla con 140 caracteres en un tweet, que te puede ayudar a que busques cosas pero no te va a informar de nada por sí mismo.

Hay mucha competencia no profesional en las nuevas tecnologías. Sin embargo, por lo que dijo anteriormente, el periodista es algo que uno lleva dentro previo a la formación. ¿Se puede formar un periodista?
Sí, sin dudas. Porque técnicamente si no manejas una herramienta, la tendrás que manejar y alguien tendrá que enseñarte a utilizarla. Eso por un lado. Por el otro, yo no creo que sea una formación que amerite la ausencia de reflexión. Es una formación que te tiene que dar una pauta cultural muy importante. Pero las nuevas tecnologías las debemos aprovechar como plataforma, no como un bloqueo ante el exceso de competencia. Teniendo en cuenta que, si echas números, con un medio que tenga dos mil suscriptores puede vivir una redacción de tres o cuatro personas. A partir de ahí creo que hay que pensar. Si los muchachos quieren estar trabajando en redacciones, cobrando sueldos de miseria para trabajar para otros, o pueden plantearse un periodismo concreto, especializado en algo que les guste para trabajar para ellos mismos. Es algo que hay que plantearse.