¿A quién no le tocó disfrazarse de algo bizarro para algún acto del colegio? Telma Rayo (Biblioteca) recuerda una anécdota de un traje, un tanto raro, que le hizo su mamá para un acto escolar cuando era pequeña.
“Me acuerdo que para los actos del colegio me hacía los disfraces. Generalmente se alquilaban, pero a ella le gustaba hacerme los trajes. Hubo uno muy bizarro, muy patético porque tenía que hacer de fuente de agua. Ella me puso como una tela de seda celeste y en las manos me puso como unas pulseras de papel plateado y papel crepe. En la cabeza también me había puesto una especie de vincha y cuando me movía era como la fuente. Tiene esas cosas, como que es muy creativa e imaginativa.
Otra cosa que me acuerdo es que de chicos nosotros teníamos una casa en Los Cocos, Córdoba, entonces las vacaciones generalmente las pasábamos ahí. Teníamos unas vecinitas que eran mis amigas y mi mamá nos entretenía si el día o la tarde estaban feos como para ir al río. Era como la animadora”.