Opciones de inversión

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En esta oportunidad, Andrés Poladian  (Presupuesto y Planeamiento) nos dará algunos consejos para invertir nuestro dinero ahorrado y evitar tenerlo quieto en nuestras cuentas o en plazos fijos.

En esta sección nos proponemos abordar algunas de las posibilidades que hay para invertir y no tener el ahorro en dinero inmovilizado o en un plazo fijo. La idea no es hacer un análisis exhaustivo sobre las inversiones sino evidenciar que hay otras formas de hacer rentables el ahorro a diferencia de las formas tradicionales.

Hay diversas  opciones para invertir en activos  financieros fácilmente desde Home Banking. En esta oportunidad, vamos a describir brevemente  los más utilizados luego de los tradicionales.

A diferencia de un plazo fijo, que comúnmente suele estar por debajo de la inflación, creemos que es más conveniente algún  activo con rendimiento fijo o variable. En primer lugar, existen los títulos de deuda pública comúnmente denominado  “Bonos”, un activo financiero representado bajo un documento que manifiesta la deuda que el emisor contrae con el inversor. Ocurre algo similar con las obligaciones negociables, con la diferencia que estas últimas la realizan las empresas o bancos. De esta forma, los Estados y las empresas logran financiarse con la inversión de los ahorristas y éstos, a cambio, perciben la devolución del capital más un interés.

Los bonos emitidos por los Estados, por lo general, suelen tener menor riesgo y, por ende, menor rentabilidad que las obligaciones negociables de las empresas debido a la diferencia de probabilidad de impago que hay entre ellas.

Los bonos pueden ser en pesos o en dólares. Los que ofrecen una rentabilidad en pesos van fluctuando de acuerdo a la inflación y otorgan una prima extra bajo el concepto de intereses. El corriente año han rendido, en algunos casos, más de un 16%. A su vez, están los bonos atados al dólar, los cuales tienen el respaldo que una devaluación no les hará perder su valor y, a su vez, se incrementa producto del interés que trae aparejado.

Para los que deseen asumir un riesgo mayor existe la posibilidad de adquirir las acciones de las empresas que coticen en la bolsa de valores. Éstas representan la propiedad de los activos de la empresa en la proporción que dicha acción tiene sobre el capital social, es decir, el que posee  la acción tiene una participación en los dividendos de la empresa en función de la cantidad de acciones que tiene sobre el total de las acciones de la empresa.

El valor de la acción depende de diversas variables. La más importante radica en la expectativa futura que se tenga sobre los rendimientos de la empresa a la que pertenecen las acciones. La divergencia de expectativas en el mercado genera la compra y venta de los mismos entre diversos agentes.

Actualmente, el panel líder del mercado de valores en donde cotizan las 27 empresas con mayor volumen de compra y venta de acciones acumula una suba del 34% en lo que va del año. Hay una de las acciones del panel líder que ha subido hasta un 200%, tres por encima del 100% y 12 han superado el promedio.

Para los que deseen combinar algunas de las opciones mencionadas anteriormente existen los fondos de inversión en la que uno se suscribe a una cartera financiera compuesta por diversos activos financieros, siendo las más rentables aquellas que sean más riesgosas y volátiles. Éstos, por lo general, están compuestos por acciones y/u obligaciones negociables.

Por último, con el fin de observar la rentabilidad de las inversiones tradicionales mencionamos que para aquel que contrajo un plazo fijo a principio de año obtuvo  alrededor de un 11%, y el que el atesoro dólares tuvo una revalorización del 12%.

De lo mencionado se desprende que las acciones y los Bonos en su mayoría han sido más rentables que los que atesoraron en dólares o colocaron sus ahorros en un plazo fijo aunque, a su vez, es más riesgoso dado la volatilidad de los mismos. Por eso, es importante saber lo que se va a adquirir y ser realistas a la hora de definir lo que no sabemos. También, es importante recordar que el precio es lo que pagas, mientras que el valor es lo que obtenés.