EN DOS RUEDAS

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Claudio Viveros (Calidad) es amante de andar en bicicleta desde hace varios años. Hoy aprovechó para contarnos cómo comenzó este vínculo deportivo y cuáles fueron sus mejores experiencias.

- ¿Hace cuánto comenzó tu relación con este deporte?
- “Hace tres o cuatro años que ando en bici aproximadamente. Conocí un compañero acá en la UP cuando entré a trabajar, Horacio Casali, del cual me hice muy amigo y empezamos a compartir la pasión por las dos ruedas. Con él aprendí mucho de lo que es la mecánica, las buenas marcas y otras cosas en relación a las bicicletas, cosa que me ayudó mucho para alimentar mi pasión y seguir aprendiendo y andando. Después por las distancias esa relación un poco se cortó pero yo seguí metido en tema y me hice un grupo con mis amigos con los cuales empezamos a hacer distancias y recorridos cada vez más largos”.

- ¿Y qué recorridas suelen hacer?
- “Uno de esos destinos fue el Tigre. Empezamos yendo siempre por avenidas pero nos empezamos a aburrir un poco del camino entonces buscamos por internet formas distintas de ir y descubrimos una bici senda que va por atrás de la Avenida Libertador que los fines de semana tiene prioridad para bicicletas. La verdad que está muy bueno, es un buen recorrido porque pasás también por la parte de Peru Beach y a veces lo usamos de parada táctica para comer o tomar algo ahí. Además de que ida y vuelta al Tigre son 60 kilómetros más o menos, por lo que siempre hacemos alguna parada para hidratarnos o comer algo”.

- ¿Por qué elegís andar en bicicleta como tu deporte principal?
- “Lo elijo porque me encanta. Además de que disfruto la actividad, también hace muy bien a la salud, es un entrenamiento bastante completo. Se trabaja mucho las piernas, mucho la respiración y de hecho a mí por lo menos me funcionó para estar mejor entrenado ya que sino no hubiera podido llegar hasta el Tigre. De todas formas no fue la distancia más larga que hice, una vez fui a Pilar. Y ahora tengo ganas de hacer algún viaje más largo, me gustaría irme a Colonia, Uruguay. Para eso tendría que ir desde mi casa hasta Tigre andando, ahí tomarme un ferry que son dos horas hasta Carmelo, que es un pueblo ya en Uruguay y desde Carmelo debería andar 100 kilómetros hasta Colonia. Lo complejo de este viaje es que esos 100 kilómetros debería hacerlos sin parar, porque parece que en esa ruta no hay lugares para hacerlo. Debería llevarme algo para comer y tomar en la mochila y hacer el recorrido todo de una. El ideal sería hacerlo todo en un día, salir desde casa un sábado y llegar ese mismo sábado a Colonia, pasar todo el domingo disfrutando y volver en barco”.