La mayoría de las personas tienen alguna actividad que sí o sí deben hacer, como por ejemplo poner el volumen del televisor en un determinado número, ordenar la ropa por color, entre tantos otros ejemplos. En este caso, Julieta López (Fac. Sociales) nos cuenta cuál es su rutina diaria y qué “manías” tiene.
-¿Cuál es tu rutina diaria?
-Mi rutina diaria es muy simple. Los días que trabajo me levanto, vengo a trabajar y no desayuno porque no puedo comer apenas me levanto. Cuando llego y tengo un par de horitas despierta quizás sí como algo, pero antes no. Trabajo, después voy al Círculo de Periodismo Deportivo donde estudio y, como curso a la noche, llego muy tarde a casa pero trato de encontrar un momento para hacer ejercicio. Tengo una máquina así que hago ejercicio en casa. Después, me baño y ya me voy a dormir. Los fines de semana siempre duermo hasta tarde y salgo bastante con mis amigos. Vamos a bares a ver bandas.
-¿Considerás que tenés alguna “manía” o algo que sí o sí no podés dejar de hacer?
-Sí, por ejemplo el volumen de cualquier cosa tiene que estar en número par. No soporto que esté en número impar. Si estoy con otra persona, y esa persona lo pone en número impar y yo lo veo, le pido por favor que lo ponga en número par.
Después, nunca uso una botella de agua más de una semana porque siento que toma olor. Entonces, la tiro y compro otra. Y tengo como pequeñas manías con la ropa. Por ejemplo, cuando algo está mal abrochado o hay cosas que no coinciden me molesta. Las tiritas del buzo tienen que estar al mismo nivel. Si veo que otra persona las tiene desparejas, la agarro y se lo acomodo por más de que no tenga tanta confianza. Y estoy segura que si viviera sola tendría muchos más tocs.
Me molesta mucho que dejen el shampoo, la crema de enjuague y la pasta de diente abierta. Eso no lo tolero. También sé que ordenaría las toallas por color si viviera sola. Soy bastante mañosa.
-¿Descubriste alguna nueva “manía” en este tiempo?
-Últimamente no, por suerte. Ya con las que tengo, es suficiente. Hace un tiempo tenía una manía que la superé. Obsesivamente miraba las fechas de vencimiento de todo lo que compraba y, si no tenía fecha de vencimiento visible, no lo compraba. En un momento me agarró fuerte, pero por suerte lo fui superando. Por eso dejé de acompañar a mi mamá a comprar, porque miraba absolutamente todo y a ella le molestaba.