Mariano Aguas (Fac. Sociales) es docente en la Universidad hace varios años y aprovechó esta oportunidad para contarnos sobre su experiencia en la profesión y cómo los alumnos de esta generación han cambiado algunas costumbres que a él le ha costado incorporar.
- ¿Por qué quisiste ser docente?
- Por una cuestión de vocación. Me gusta contar historias y me gusta que me escuchen. Además me apasionan mis materias, los temas que doy y el contacto con los alumnos siempre es lindo.
- ¿Qué materias dictás actualmente?
- Doy Introducción a la Ciencia Política, Teoría Política Contemporánea y Análisis Político.
- ¿Desde qué año trabajás en la Universidad de Palermo?
- Desde el año 2000.
- ¿Cómo querés que te recuerden tus alumnos el día de mañana?
- Como un buen profe y un buen tipo. Como alguien que los estimuló a conocer y saber más. A tener una visión más aguda de la realidad. Trato de generar un buen vínculo con mis alumnos porque me gusta dar clase, trato de que haya debate y de traer temas para discutir, además de que en mis materias, por los temas que se tratan, el intercambio de opiniones y pareceres se da tranquilamente y es fundamental.
- ¿Qué sentís que te enseñaron tus alumnos?
- Mis alumnos me enseñan muchas cosas. Por ejemplo a pensar sobre cuestiones de los textos o de problemas que yo no vi, a partir de sus preguntas. Y después también otra cosa que es muy buena para pensar, y más para un señor de mi edad, es el contacto con gente joven para aprender sobre lo nuevo. Me acuerdo un día que yo estaba un poco enojado con un alumno porque había estado con su celular toda la clase y en un momento le dije que si no le interesaba podía retirarse, que no había problema. En ese momento me respondió que estaba tomando apuntes desde su celular y que además yo había dicho una palabra que él no conocía y había decidido buscarla por internet. Ahí aprendí que las personas más jóvenes utilizan los adelantos tecnológicos que yo no utilizaría porque soy de otra generación.