Para finalizar con su aporte mensual, Daniela Elías Guillén (Fac. Diseño y Comunicación) nos presenta un artista escultor llamado Juan Maffi, quien trabaja en sus obras desde la perspectiva de diversos pueblos del norte argentino. ¡Conocelo!
Juan Maffi es un artista escultor y profesor de escultura en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Puyrredón. Su obra tiene raíz en la escultura, pero puede ser percibida también como instalación.
Maffi, aborda la ritualidad de la muerte desde la óptica de pueblos del norte argentino. Para su trabajo utiliza elementos que estén estrechamente ligados con el contexto y el hábitat de estas zonas, por ejemplo la greda, la paja y la madera, se pueden ver en obras de instalación escultórica como las que fueron presentadas en el Museo de La Carcova, exposición individual que tituló “Entre Altares Terrenales”.
El artista también utiliza cueros y huesos de vacas, toros y otros animales que se encuentran en terrenos de la pampa argentina. Su obra es de una fuerza expresiva impresionante, alude al misterio de la muerte y cuestiona el mandato civilizatorio europeo en torno de conductas sociales con respecto a la muerte.
En su obra se puede observar que el artista utiliza lenguajes de fuerzas preexistentes de estos territorios, apelando a lo ancestral y al contacto con la tierra. La poética del artista evoca el espíritu americano con una óptica dirigida hacia lo pagano, la religiosidad popular y el rito, ancladas en el ahora como un tiempo sufrido y desgarrante.
En palabras de Alfredo Benavides Bedoya: “Las alusiones a la ganadería y los personajes de adobe son elocuentes, y nos presentan a la pampa húmeda como a un personaje trágico, muy lejos del tradicional recurso paisajístico basado en la horizontalidad y que termina una metáfora de la carencia de existencias”.
En lo personal, la obra expuesta en el salón de Mesoamérica de la exposición “Entre Altares Terrenales”, es una de las que más condensan el espíritu ritual y mortuorio de la pampa. Presenta personajes salidos del suelo o subsuelo encarnados con la misma materialidad, seres caminantes de parajes desoladores, bastos de la nada misma donde la muerte es dueña del paisaje.
A pesar de que el artista juega con la idea de lo trágico, el aura de la obra es de total serenidad apacible y calma, además de romper con la temporalidad en sus presentaciones.