La capacidad de adaptación para la supervivencia de las empresas.

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Andrés Poladian (Presupuesto y Planeamiento) nos cuenta, en esta última edición del seudoblog de agosto, cómo las empresas y el sector educativo deben adaptarse y hacer frente a los nuevos cambios tecnológicos para mantenerse vigentes.

Los cambios tecnológicos están modificando el mundo tal como lo conocemos en la actualidad. Dentro del darwinismo económico en el que estamos insertos, las empresas que no logran adaptarse a dichos cambios están volviéndose obsoletas y están condenadas a desaparecer.

La robótica y la inteligencia artificial están sustituyendo las tradicionales características de trabajo. Las empresas deben redefinir sus comportamientos, algo dificultoso para muchas debido al escaso incentivo para la innovación. En la actualidad, los únicos que suelen tomar las decisiones significativas son los de la cúpula del organigrama, mientras que el resto de los empleados están atados a un contrato que no promueve en ellos el espíritu innovador.

Esta situación da lugar al surgimiento de nuevas empresas que, en algunas ramas, pueden iniciarse con bajos costos y desafiar a las empresas tradicionales que no logran readaptarse al contexto, en el que no solo sirve entender la realidad actual sino también visualizar el futuro y planificarlo con el menor margen de error posible. La nueva tecnología informática ya no se presenta  como una herramienta para la transformación sino como el motor de dichas transformaciones.

En función de lo mencionado  nos preguntamos, ¿cómo entendemos la innovación en el sector de la educación?

La innovación hasta hace poco estaba  ligada a la inclusión de equipos modernos y sofisticados logrando así  tener un capital diferencial al interior del sector. En la actualidad, surge un cambio disruptivo en el que la transformación primordial no está en la renovación del equipamiento sino en el entendimiento de las nuevas relaciones sociales y comprender, así, las nuevas formas de comunicación para adaptase a ellas.

Las nuevas tecnologías han cambiado la forma en que la gente se comunica y han surgido, a partir de eso, nuevas metodologías para enseñar. La principal está vinculada a la educación a distancia, que ha otorgado una modificación en la forma de enseñar/aprender permitiendo prescindir de la distancia de quien otorga el curso posibilitando, de esta forma, la capacidad de educar desde cualquier parte. Las aplicaciones y demás herramientas informáticas que permiten estudiar bajo esta condición nos obligan a preguntarnos si la educación a distancia tiene todo lo requerido para ser un sustituto de la educación presencial.

Como principales diferencias notamos que la educación presencial promueve una mayor integración entre pares y da lugar a la interacción entre los educadores y educados.

Además, hay que mencionar que, debido al cambio en el comportamiento de las personas, lo que hoy es diferente mañana puede ya no serlo. Hoy, notamos una relación virtual que ya ha vuelto común la comunicación a través de la redes sociales y da lugar a creer que no es algo esporádico sino que  se ha instalado con el fin de permanecer.

A raíz de ello, nos preguntamos si esta cotidianeidad que está adquiriendo la sociedad podrá subsanar en un futuro no muy lejano las diferencias  que posibiliten que la educación virtual sea sustituta de la presencial. Y, en caso de que así sea, nos preguntamos sobre la capacidad que tendrán las instituciones educativas para adaptarse a esta nueva realidad.

Como conclusión, notamos que la tecnología ha llevado a que la sociedad cambie la forma de relacionarse, obligando a las empresas a adaptarse a este panorama. Dentro del sector educativo, dichos cambios están enfocados a las nuevas formas de educar. En este sentido, consideramos que son más importantes las ideas y estrategias que se lleven a cabo, que la adquisición de equipamiento sofisticado.

Parafraseando al novelista  francés Víctor Hugo: “Lo que conduce y arrastra al mundo no son la máquinas sino las ideas“.