Lo que destaca al proyecto del estudiante de Diseño Industrial de la Universidad de Palermo Agustín Artigas es la forma en que configura su sentido de la imaginación. Más allá de los detalles prototécnicos y polifuncionales de su propuesta, Artigas invita a pensar un modelo de innovación orientado al consumo masivo, que posiblemente encuentre sus antecedentes inmediatos en Amazon y el cambio de paradigma respecto al servicio global puerta a puerta. Para ello, el dron creado para la cadena de heladería Freddo sitúa en un sitial de privilegio a la empresa, porque su activo más importante, es decir el servicio al cliente, obtiene su mayor logro con este sistema de transporte. Y lo hace fundamentalmente por el poder de la observación y, como decíamos, la imaginación puesta a la orden del concepto delivery. Como remarca Agustín “el objetivo principal del dron, como medio para entregar productos a los clientes, es lograr un servicio más eficiente de entrega. Buscando simplificar el proceso del pedido mediante una aplicación del celular y a su vez, acelerando el viaje desde el local hasta el domicilio del cliente.”
Surgido de un trabajo práctico propuesto por la Universidad de Palermo, cuya consigna consistía en diseñar un dron para entregar paquetes a domicilio para una empresa argentina, la motivación esencial de Agustín resulta en lograr una correcta conexión del dron con la identidad de la marca. “Los drones son dispositivos tecnológicos que pueden servir para incontables usos” –dice Agustín– “el más explotado actualmente es el de la fotografía y video, pero también se utiliza en la agricultura, en las fuerzas armadas, como elementos de seguridad, entre otras aplicaciones. La característica que los define como tal, es que no son tripulados, por lo que son capaces de recorrer grandes distancias y de llegar a lugares donde las personas no podrían". Según el diseñador, las fortalezas del dron se concentran en los aspectos operativo como el formal y productivo, con un reflejo ergonómico futurista y tecnológicamente avanzado.
En su opinión, el diseñador cree que “el avance en las tecnologías nos está ayudando mucho a los que diseñamos. Contamos con una gran cantidad de herramientas que cada día mejoran y crecen para lograr mejores resultados. Hoy en día se puede expresar una idea rápidamente a través de dibujos hechos con tabletas electrónicas, luego pasar ese dibujo a un programa de modelado 3D, donde se puede lograr una imagen muy cercana a lo que sería el producto en la vida real. Si esto fuera poco, tenemos la posibilidad de imprimir esos modelos, con impresoras 3D que son cada vez más precisas y las tenemos más al alcance de la mano, para crear maquetas, prototipos y hasta productos.”
En el debate actual de la materialidad en tanto diseño y hábito de consumo, Agustín destaca que “contamos con una infinita variedad de materiales, con sus diversas características: livianos, grandes, chicos, duros, elásticos, resistentes al calor, aislantes de distintos tipos, etc. Sumando a esto los procesos productivos que también facilitan el trabajo y mejoran las características de los productos.” A su vez, desde el punto de vista de los objetos tecnológicos y su relación con la sociedad, según destaca el diseñador, vemos una tendencia hacia la conectividad, las comunicaciones y las redes sociales. “Si partimos de la base de una conexión sin cables, con el uso de internet por wi-fi, o los dispositivos interconectados por bluetooth, contamos con una gran cantidad de oportunidades de crear productos para cubrir este tipo de necesidades que se presentan en la actualidad.” Artigas propone de esta forma un sinnúmero de escenarios posibles, donde la práctica profesional se enfrenta día a día a perspectivas innovadoras.
En el juego de las influencias, Artigas reconoce a Dieter Rams y Jonathan Ive en su correlación entre el funcionalismo y el racionalismo. Sin embargo, Artigas no deja de mencionar el valor de sus verdaderas influencias, –entre la academia y la práctica profesional–, como Eduardo Naso, jefe de cátedra en la UBA; Fabián Bianchi Lastra, con cátedra en la materia de Morfología; y de la Universidad de Palermo, profesores como Iván Longhini, Beatriz Sauret, Joaquín Laborda y Diego Faraoni. “Gente que me motivó enormemente para seguir adelante con la carrera y disfrutar cada vez más de esta disciplina.” A futuro, el objetivo de Agustín Artigas es ganar experiencia laboral, aprender y lograr un buen equipo de trabajo. La interdisciplina como parámetro y desafío, en un contexto de contemporaneidad que no deja ajeno al diseñador.