Para Joaquín Urien, el concepto general detrás de su proyecto de surtido eléctrico es la funcionalidad. “La idea principal tiene que ver con generar un surtidor eléctrico que sea visible a la distancia. El diseño es alcanzado por algunos condicionantes tales como, el código urbano de Puerto Madero, señalética y jerarquías visuales del entorno, el lenguaje de marca, situaciones de vandalismo y factores climáticos, entre otros.”

“El vínculo con el usuario es inmediato e intuitivo, ya que la funcionalidad gira en torno a este. El usuario fácilmente detecta a distancia la estación de carga y se aproxima, mediante una interfaz sencilla el modo de uso es ágil y casi automático, ya que se despoja al producto de elementos que dificulten la interacción. Por otro lado, algunas limitaciones que puede presentar son similares a aquellas del equipamiento urbano, como las intervenciones vandálicas.”

Según cree, “el crecimiento de la tecnología en general es exponencial. Las nuevas tecnologías tienen mucho para aportar al diseño ofreciendo nuevos métodos, nuevos materiales y herramientas, nuevas ideas y experiencias, nuevas aplicaciones y resoluciones, en definitiva nuevos horizontes. Creo que el balance y equilibrio entre ambos es esencial para obtener buenos resultados.”

“En cuanto al diseño en general me atraen bastantes cosas, incluso en otras áreas como la arquitectura, la mecánica, y la ingeniería, entre otros. Encontré atractivos en todas las antiguas escuelas de diseño, pero para mencionar algunos creo que el diseño Alemán y el Italiano me sirvieron de inspiración.”

Acerca de su futuro, Joaquín Urien dice con esperanza “estoy abierto a diferentes oportunidades. Si bien hay temas de mayor interés como el medio ambiente o el diseño funcional entre otros, como estudiante mis metas hoy en día son a corto plazo, resolviendo el presente y preparándome para el futuro.”

Joaquín Urien

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