"Sólo otorgarle funcionalidad y armonía de formas al material" dice con implacable templanza Santiago Pérez Fuch acerca de su taburete para Fiplasto, primer premio del concurso organizado por Universidad de Palermo y la empresa en 2017. "El resultado es un sistema constructivo que facilita el armado por parte del usuario de taburetes, sillas, bibliotecas y mesas de arrime o apoyo" -dice el diseñador -, "sin embargo lo que se avecina es su evolución por medio del tamiz necesario para ingresar en un mercado masivo respetando normativas y la estrategia comercial de la empresa en mayor profundidad." Con visión, Santiago cree que el imperio de sus ideas no sólo es el Taburete Wishbone en su totalidad, es decir, la suma de las partes. Un programa que proyecta sostener en el tiempo teniendo en cuenta un mercado siempre competitivo.

Entre otros objetivos, Fiplasto y el cuerpo de docentes planteó que el diseño de producto debía embalarse para ocupar el menor espacio posible a la hora de su compra. "La sustentabilidad se base en el ahorro de materiales y en la facilidad de armado por medio del usuario" agrega Santiago. "Haciendo un correcto uso de conceptos como RTA (ready to assemble), ETA (easy) o FTA (fun), se ahorra en producción, distribución y no se utiliza ningún tipo de aglutinante más allá de la lignina (de la madera) que compone al chapadur." En el caso de Fiplasto, el diseñador desarrolló el prototipo a mano y terminó por utilizar corte laser para cauterizar los bordes del material aportándole estabilidad y resistencia al prototipo. Aunque entre sus anhelos conjetura que "me gustaría diseñar algo que sólo se pueda hacer por medio de impresión 3D; si se pudiera realizar de otro modo me estaría engañando a mí mismo."

En términos de tecnología, el diseñador cree que "es preciso conocer todas las tecnologías asequibles a cada diseñador y sacar lo mejor de ellas. Quizas por respeto me puse como primer objetivo conocer lo básico primero; el lápiz es una tecnología. Creo que las impresoras 3D todavía no han sido utilizadas en profundidad por que no han terminado de evolucionar y se las utiliza para hacer imitaciones de otros materiales o prototipos que podrían hacerse de modos más sostenibles. En mi caso las he utilizado para hacer moldes donde la simetría era un requisito." Entre evocaciones y valor formativo, Santiago aún recuerda cuando asistió a clase con una morsa, un trozo de pino como una ménsula, y una escofina a prototipar un cepillo de dientes para taller de producción IV.

En cuanto a sus influencias, además de citar pesos pesados como Alejandro Sarmiento, Hermanos Campana, Grupo Bondi, Cristian Mohaded y La Feliz, Pérez Fuch se identifica con el libro "El alma de los objetos" de Lujan Cambariere. "Mis influencias son todos los docentes con los que tuve aciertos y desaciertos que han sabido enriquecernos como personas y como practicantes de la disciplina. Me interesa ver diseñadores industriales que logran sus productos con lo que se tiene al alcance, siendo esta una característica distintiva de nuestra región. Ya sea para comunicar algo nuevo o por medio del uso de materiales de formas no convencionales." Entre otros anhelos, Santiago quiere recibirse pronto, producir el dominó Ola para Survenir de Gastón Girod y sacar una línea de productos en sociedad con el taller textil de Ana Fuchs, que lo ha traído hasta aquí, según dice, colocando a la materialidad como protagonista.

Santiago Pérez Fuch es estudiante de Diseño Industrial IV de Daniel Wolf de la Universidad de Palermo. En 2018, su proyecto para Fiplasto ya forma parte del catálogo de productos de la empresa.

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