Rubén Sosa, Ingeniero Industrial UP: “Me brindó una estructura definida de mi carrera”
Ing. Rubén Sosa
Ingeniería industrial
Ingeniería industrial
En mi juventud terminar mi carrera me fue prácticamente imposible, y a pesar de siempre haber anhelado continuar mis estudios la vida se puso en el medio y me pareció que ya no iba a ser posible para mí.
A los 46 años comencé a pensar si era posible para mí volver a las aulas, así fue como me llegó por primera vez la información de la carrera de Ingeniería Industrial de la UP donde encontré las materias que integraban el programa muy atractivas, muy afines a lo que después confirmaría, a poco de cursar, como mi vocación.
La Universidad de Palermo me brindó algo que fue fundamental para mí: una estructura definida en lo concerniente a horarios de cursada, una infraestructura edilicia adecuada para estudiar, la posibilidad de visualizar con claridad los distintos pasos de la carrera.
No fue sencillo estudiar y trabajar, y en muchas ocasiones sentí que no llegaría al final, pero ahí es donde el apoyarme con otros compañeros dio por resultado el que los objetivos se fueran logrando. Compañeros que tenían la edad de mis hijos, en la mayoría de los casos, con quienes aprendí a compartir a pesar de la edad no sólo conocimiento, sino fundamentalmente afecto.
Quiero agradecerles a todos los profesores, compañeros e integrantes de la Universidad todo su aporte de trabajo y afecto que hicieron que yo pudiera concretar una meta tan importante a esta altura de mi vida. Y decirles: cuento con ustedes una vez más, esta vez para que acompañen a mi hijo como lo hicieron conmigo.
A los 46 años comencé a pensar si era posible para mí volver a las aulas, así fue como me llegó por primera vez la información de la carrera de Ingeniería Industrial de la UP donde encontré las materias que integraban el programa muy atractivas, muy afines a lo que después confirmaría, a poco de cursar, como mi vocación.
La Universidad de Palermo me brindó algo que fue fundamental para mí: una estructura definida en lo concerniente a horarios de cursada, una infraestructura edilicia adecuada para estudiar, la posibilidad de visualizar con claridad los distintos pasos de la carrera.
No fue sencillo estudiar y trabajar, y en muchas ocasiones sentí que no llegaría al final, pero ahí es donde el apoyarme con otros compañeros dio por resultado el que los objetivos se fueran logrando. Compañeros que tenían la edad de mis hijos, en la mayoría de los casos, con quienes aprendí a compartir a pesar de la edad no sólo conocimiento, sino fundamentalmente afecto.
Quiero agradecerles a todos los profesores, compañeros e integrantes de la Universidad todo su aporte de trabajo y afecto que hicieron que yo pudiera concretar una meta tan importante a esta altura de mi vida. Y decirles: cuento con ustedes una vez más, esta vez para que acompañen a mi hijo como lo hicieron conmigo.