Marcela Sole, orientadora vocacional del colegio Michael Ham, comparte su experiencia

Marcela Sole, orientadora vocacional del colegio Michael Ham, comparte su experiencia “Uno estudia para aportar algo a la sociedad y al mundo con la profesión que eligió”, sostiene la profesional.
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Con más de una década de trabajo en el colegio Michael Ham de Vicente López, guiando a las alumnas en la búsqueda de un proyecto de vida profesional, Marcela Sole, psicopedagoga con diferentes especializaciones realizadas en el área de orientación vocacional, cuenta en esta entrevista por qué es importante acompañar a los estudiantes en la elección de una carrera universitaria y cómo lo abordan desde la institución. Además, destaca por qué imaginar el trabajo ideal es clave y cómo derribar los temores que surgen al finalizar la etapa escolar. “Reflexionen qué esperan de la vida, qué desean construir, cómo se imaginan en el futuro. No dejen de soñar, de proyectar; porque son la esperanza de los adultos”, aconseja a los jóvenes.

¿Por qué es importante que los jóvenes reciban orientación vocacional?

Porque el mundo es muy cambiante y esto genera mucha incertidumbre entre los jóvenes. Además, cuando uno termina una etapa tan confortable como es el secundario y debe salir al mundo, aparece el temor a lo desconocido. Entonces, la orientación vocacional viene a ayudar un poco a movilizar ideas, empodera a los jóvenes para que puedan proyectar un camino posible. En el trabajo de orientación vocacional, escuchan a otros y se escuchan a ellos mismos, se informan acerca de la oferta educativa, evalúan posibilidades, trabajan en el autoconocimiento.

¿Cómo trabajan la orientación vocacional en el Colegio Michael Ham?

Hacemos un trabajo bastante intensivo. Acompañamos con talleres de orientación para alumnas de 5to y 6to año e incentivamos a estas últimas a que salgan a conocer universidades y centros de estudios. A nivel institucional organizamos dos Jornadas Vocacionales con la participación de distintas universidades e institutos terciarios. Como actividades complementarias organizamos charlas con profesionales, que son padres y madres que quieren compartir sus experiencias como estudiantes y cómo se insertaron y desarrollaron en el mercado laboral. También ofrecemos un Taller de CV y entrevista laboral para las alumnas de 6to año, a cargo del Depto. de Recursos Humanos del colegio. Promovemos en las alumnas la importancia de trabajar en la elección de la carrera, después en la elección de la universidad y por último evaluar los beneficios y las posibilidades que ofrecen las universidades con las que tenemos Convenio de colaboración académica.

¿Qué es lo más importante a considerar cuando uno elige una carrera?

Pensar de qué voy a trabajar una vez que me reciba y si eso que veo está en sintonía con el proyecto de vida propio. A nivel vocacional falta desarrollar un poco más las incumbencias profesionales, es decir que el alumno conozca qué posibilidades laborales si estudia tal carrera. Por eso, para elegir una carrera, entre otras cosas, hay que imaginar el trabajo ideal, ese es el puntapié para la orientación porque el estudiante ya es estudiante desde el secundario pero a dónde le gustaría trabajar, qué sueña, cómo se proyecta, es algo que debe preguntarse ahora para ir descubriendo. La elección de la carrera se trata de una búsqueda que tiene que ver con lo que a uno lo hace feliz, con dónde uno siente que puede aportar algo al mundo. Porque la persona estudia para aportar algo a la sociedad y al mundo con la profesión que eligió.
“Hay que imaginar siempre el trabajo ideal, ese es el puntapié para la orientación vocacional”.
¿Cómo se vinculan con la Universidad de Palermo?

En la Jornada Vocacionales recibimos la visita de UP. Es una universidad atractiva para ellas. Tiene una gran variedad de carreras. En 2023 UP estuvo entre las tres universidades más elegidas por nuestras alumnas. Participaron de las actividades abiertas para conocer la universidad y estaban muy contentas. La impronta de Palermo les gusta porque muestra creatividad.
“En 2023 UP estuvo entre las tres universidades más elegidas por nuestras alumnas”.
¿Qué carreras son las más elegidas por las alumnas?

Antes se solían elegir carreras más tradicionales, como por ejemplo medicina u otras más vinculadas a los servicios y a la salud. Ahora, en cambio, se eligen carreras que tienen vínculo con la creatividad y los negocios, como son: Arquitectura, Diseño, Economía, Administración, Comunicación. También, se animan a carreras nuevas, relacionadas a los negocios digitales y la tecnología.

¿Cuáles son los temores que los estudiantes enfrentan al momento de iniciar su vida universitaria y cómo pueden mitigarlos?

El temor al fracaso. Porque un eventual cambio de carrera se vive como un fracaso y no se capitaliza lo experimentado. Otro temor es no saber de qué van vivir y cómo van a hacer para construir algo, como lo hicieron sus padres. También que no les guste trabajar de lo que estudiaron y así hay muchos ejemplos. Muchas veces el temor tiene que ver con el duelo del final de una etapa escolar. Para mitigarlo nosotros tratamos de compartir experiencias y caminos que se fueron haciendo. Fundamentalmente, compartimos la idea de que la vocación se va construyendo y uno va buscando a lo largo de la vida.

¿Cuáles son los mitos que hay que derribar en la elección de una carrera?

Hay algunos mitos, como por ejemplo, que para estudiar Ingeniería tenés que ser muy bueno en matemáticas. Claro que tenés que saber pero también te puede desafiar. Desafiándote tal vez te termina resultando más atractivo. Por eso acompañamos a las alumnas analizar bien el plan de estudio de las carreras de interés. Otro mito, es que para estudiar cualquier carrera de diseño o arquitectura tenés que ser muy creativo o saber dibujar bien. La verdad es que siempre se va a aprender a la facultad, para eso están los profesores, los compañeros, la comunidad y las experiencias de otros. Hay que darse la oportunidad siempre.

¿Qué recomendación te gustaría darles a los jóvenes que están decidiendo su futuro?

Que no claudiquen en sus sueños. Que reflexionen qué esperan de la vida, qué desean construir, cómo se imaginan en el futuro. Tienen que proyectar una vida íntegra, feliz, donde puedan desarrollarse profesionalmente. Saber que la construcción de una carrera profesional no es algo mágico que de pronto sucede, es más bien un caminar, una construcción. Por eso es fundamental el autoconocimiento. Ese camino es con otros, sea al momento de estudiar, al armar grupo de estudio, al trabajar con otros. Siempre sin perder los sueños e ideales propios.

A los padres, quisiera decirles, ya que son quienes mejor conocen a sus hijos, que los ayuden a potenciar sus habilidades y que acompañen a sus hijos en el camino descubrir su proyecto de vida, su vocación.
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