Estudiantes de Diseño Industrial UP crearon el Proyecto FuerzaArg donde imprimen máscaras 3D para donarlas a los médicos

  Estudiantes de Diseño Industrial UP crearon el Proyecto FuerzaArg donde imprimen máscaras 3D para donarlas a los médicos

Cinco estudiantes de Diseño Industrial UP, Belén de la Iglesia, María Laura Rubira, Victoria Mazzoni, Malena Gonzalez Serena y Gastón Quispe Castros, realizan máscaras con impresoras 3D para luego donarlas a instituciones de la Salud Pública: “Creemos que cada pieza en un equipo es fundamental. Se están manejando redes, logística, diseño, difusión, entre otras cosas. Es por eso que se necesita de todo el conjunto para que el impacto sea positivo, para poder seguir fabricando las máscaras y poder atender la necesidad de los diferentes hospitales”, expresaron sobre esta iniciativa solidaria que lleva el nombre de Proyecto FuerzaArg.

Según cuentan los alumnos, la idea surgió a raíz del comentario de uno de sus integrantes - Belén de la Iglesia -, quien al tener un familiar dentro del personal de Hospital de Clínicas, se conmovió por la situación que se vive dentro de la institución sanitaria. Por tal motivo, según describen los estudiantes UP: “Observando el panorama general del COVID-19 en Argentina, en relación a la escasez de elementos de protección para los profesionales de salud, surgió la idea de ponernos a ayudar mediante la fabricación de insumos para hospitales. Arrancando con un grupo de voluntarios autogestivos y el contacto del de Clínicas, poniendo voluntad y dedicándole trabajo a la difusión del proyecto”.

En cuanto al diseño de las máscaras, los alumnos de la Universidad de Palermo cuentan que tuvo que ser sometido a numerosas pruebas y simulacros realizados bajo la supervisión de médicos, infectólogos, enfermeros y personal auxiliar de hospitales. Las premisas dadas por parte del personal de salud permitieron mejorar el producto y los estudiantes UP detallaron que el primer modelo partió de un rediseño de la máscara Prusa, al que se le extendió la zona de protección.

Se alargaron 5 centímetros hacia los costados y hacia arriba para evitar riesgos. Al mismo tiempo se reforzaron las uniones y modificó la zona donde va el elástico para no limitarse a un solo tipo de elástico. Luego se mantuvieron las mismas modificaciones pero se evaluó el exceso de material, bajando así el tiempo de impresión sin quitarle resistencia a la máscara. De un primer diseño que tardaba entre 4 y 6 horas, se redujo el tiempo a 3 aproximadamente. La zona más importante es donde se encuentra el encastre del acetato (la pantalla transparente) y donde se tensa el elástico. Ya que es fundamental que convivan, se realiza una prueba de resistencia y de armado para verificar que sean funcionales”, detallaron sobre las características principales de las máscaras.

Hasta el momento, llevan entregadas 500 máscaras al Hospital de Clínicas y gracias a los voluntarios, personas autoconvocadas que se ofrecen a colaborar en las distintas instancias del proceso, continúan imprimiendo para sumar otras instituciones, como el Hospital de Escobar. “Generalmente las instituciones sanitarias se contactan con nosotros para explicarnos la situación que afrontan y de qué manera podemos ayudar. Sin embargo, al ser autoconvocados y movernos mediante donaciones, tenemos que evaluar hasta qué punto o cantidad nos podemos comprometer. Las demandas hoy en día son muy altas”, expresan sobre la situación en los centros de salud.

Por su parte, desde Proyecto FuerzaArg tienen también en cuenta otro importante en la fabricación de las máscaras: cuidar a los voluntarios. Por eso, envían, junto con los parámetros de impresión necesarios para estandarizar el proceso, información a acerca de cómo desinfectar el espacio de trabajo.

De esta manera, con creatividad, ganas de ayudar y tomando todos los recaudos, se fue desarrollando Proyecto FuerzaArg, una iniciativa que hoy cuenta con un perfil en Instagram como medio de contacto y difusión de información: “Cuando comenzamos no teníamos interés de que se haga público, lo hacíamos del anonimato, pero después por una cuestión de necesidad de comunicar a nuestros voluntarios (que aportan con el equipo, con las impresiones y con su tiempo) y generar cierta transparencia, armamos el perfil”, explicó Belén.

Además, tienen dos mails para organizar el proceso, uno dedicado a las donaciones - que según puntualizaron hasta el momento son exclusivamente en materiales PLA, acetato y elástico-; y otro para quienes realizan las impresiones 3D. De ese modo, se convocan a los voluntarios en sus diferentes rubros (makers, donaciones, logística, etc) para comenzar la producción de las máscaras y luego donarlas a los hospitales atendiendo la demanda.

Las personas que quisieran colaborar pueden contactarse mediante la página del proyecto. “Consideramos que es un aporte muy positivo, tanto para ayudar y proteger a los equipos médicos, como también para cada uno de nosotros, ya que nos da la posibilidad de aplicar nuestros conocimientos a campos reales para seguir aprendiendo y compartiendo enseñanzas”, concluyeron los integrantes de Proyecto FuerzaArg, estudiantes de la carrera de Diseño Industrial de la Universidad de Palermo.