Estefanía Ortiz, MBA UP, es Sales Manager en Etermax AI Labs
“El MBA es algo que les deseo a todos aquellos profesionales que quieran crecer, tener un pensamiento crítico y una visión integral al 100%. Concientiza de las diferentes culturas, el networking es inimaginable”.Visionaria, desde los inicios de su carrera Estefanía Ortiz supo combinar laboralmente aquello que la apasiona y que hoy atraviesa a toda la sociedad: la tecnología. Licenciada en Comercialización, lleva más de 12 años de experiencia en la industria IT, durante los cuales trabajó en innovadoras empresas como BPD Solutions y Biwares. Se desarrolló en el área de Negocios en Experis Argentina, empresa de Recursos Humanos IT; para regresar a su núcleo, la tecnología, como responsable de proyectos de Inteligencia Artificial en Etermax. Actualmente trabaja como Sales Manager en esta misma empresa. En su tesis del MBA UP sobre la escasez de talento IT, Estefanía sostiene que la solución está en la educación: “Argentina tiene que promover un cambio para que los chicos sepan qué es la programación, el IoT, la robótica, y sientan desde muy chicos esas ganas de cambiar el mundo que genera la tecnología”.
¿Cómo fue tu trabajo como gestora de proyectos de inteligencia artificial en Etermax?
Hace muchos años trabajo en tecnología y siempre voy detrás de las tecnologías de punta, eso fue lo que me impulsó a este cambio. Hoy Etermax es un unicornio a nivel mundial que tiene tres unidades de negocios: la primera, con la que llegó muy lejos, es la de Gaming (con juegos como Preguntados); la segunda es la de Brand gamification (marketing y publicidad en juegos); y la tercera unidad a la que yo pertenezco es AI Labs (inteligencia artificial). Etermax AI Labs (ex Cognitiva) es partner de IBM como así también de otras tecnologías disponibles. Lo que hacemos es implementar inteligencia artificial en diferentes empresas de Argentina y Latinoamérica. Yo estaba como responsable de estos proyectos de IA; me encargaba de la gestión, coordinación y facilitación, sobre todo entre mi equipo y el de mis clientes. Utilizamos metodologías ágiles y tenemos muy marcado el objetivo de lograr los resultados en tiempo y forma asegurando la calidad siempre.
¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en la industria IT?
Amo la tecnología, me encanta justamente que nunca se quede quieta, que todo el tiempo se transforme y el cambio sea parte de lo diario, hoy las cosas son así y mañana pueden cambiar abruptamente. Amo lo no predictivo. Lo que más me gusta es trabajar en equipos para conseguir resultados, porque considero que la tecnología le cambia la vida a las personas, se las hace más fáciles. Resuelve problemas concretos y nos da tiempo para poder hacer las cosas más centrales en nuestra vida: dedicarle tiempo a nuestras familias, al ocio, a uno mismo. Esa es la transformación real a través de la tecnología.
Amo la tecnología, me encanta que nunca se quede quieta, que todo el tiempo se transforme y el cambio sea parte de lo diario.
¿En qué puede ayudar la inteligencia artificial al desarrollo de una empresa?Actualmente la mayoría de nuestros clientes son bancos, grandes empresas, sobre todo por el costo de estos proyectos y también por el volumen de datos que manejan. Los bancos operan con una gran cantidad de números, clientes, transacciones; y hay mucha seguridad por detrás de todo eso, son datos sensibles y privados. Nosotros lo que aportamos desde la inteligencia artificial es que se incremente la productividad a niveles inimaginables, también para los trabajadores. Permite que las herramientas hagan el trabajo más transaccional, y las personas hoy se puedan dedicar al análisis, la calidad, el testeo. Tenemos bots, por ejemplo, para cobranzas de un banco, que llaman por teléfono a clientes para reclamar pagos, intentan cerrar una fecha estimada para finalizar la deuda, hacen planes de pagos o te derivan con un asesor. Los antiguos cobradores, hoy son analistas de finanzas. Con toda la información que reciben desde IA pueden analizar conductas de los consumidores, cuándo y por qué se producen deudas, cómo mejorar. Los trabajadores están detrás de la calidad de los procesos, cuentan con mayor información que les permite tener una visión más focalizada en su trabajo y tomar mejores decisiones.
¿Cómo avanzó la industria en tus 12 años de experiencia?
Considero que Argentina tiene talentos que son pedidos a nivel global, los argentinos estamos muy bien ponderados en todo el mundo a nivel de talento IT. Además, estamos muy bien a nivel tecnológico entendiendo que somos un país subdesarrollado. Pero al mismo tiempo siento que tiene que haber un cambio a nivel de educación, de eso hablo en mi tesis de MBA. Hoy por hoy, se sabe que el 50% de los chicos que terminan el colegio se siguen anotando en carreras tradicionales como Contabilidad, Arquitectura, Abogacía…y eso tiene que cambiar, porque el mundo del trabajo cambió. Hay posiciones de hace cinco años que ya no existen, hoy existen un montón de posiciones nuevas por cubrir. En Argentina estadísticamente quedan 10 mil posiciones de tecnología sin cubrir por año. Mi tesis está basada en la escasez de talento, por eso creo que Argentina tiene que promover un cambio en todos los niveles (empresa, Estado, educación) para que los chicos, desde muy chicos sepan qué es la tecnología, la programación, el IoT, la robótica. Empezar a generar desde chicos esas ganas de cambiar el mundo.
¿Por qué elegiste estudiar la escasez de talento en tu tesis de MBA?
En mi tesis “Escasez de talento IT” lo que propongo son ideas y mejoras para la atracción, retención y creación de nuevos talentos. Sobre todo hago mucho hincapié en esto último, porque tenemos miles de posiciones sin cubrir. Hay mucha exportación de talento por las propuestas en dólares, los beneficios, y realmente a las empresas con capitales nacionales se les dificulta muchísimo retenerlos. Elegí este tema para mi tesis porque trabajé en Experis Argentina, empresa multinacional de capital humano de ManpowerGroup; y pude experimentar la tecnología desde la demanda, algo que fue muy enriquecedor. Veía a diario como clientes con necesidades a nivel de talentos no encontraban postulantes o los perdían porque cambiaban muy rápido de trabajo y es actualmente uno de los grandes stopper en el crecimiento de las organizaciones. Hay mucha oferta y poca demanda, estos chicos reciben diez propuestas de trabajo por día sin exagerar. Lo que buscan los jóvenes profesionales son nuevas tecnologías, proyectos que los atraigan, que estén alineados con sus valores (equilibrio entre el trabajo y el tiempo personal, libertad para manejarse, flexibilidad de horarios), y sobre todo pasión por lo que hacen. Desde ahí nacen mis ganas de hacer mi tesis, investigar qué estaban haciendo otros países, que hicieron y no funcionó, y qué está pasando a nivel mundial.
Lo que más destaco de los trabajos es el grupo humano, para mí el mayor valor agregado que tiene una empresa son las personas.
¿Qué experiencias laborales previas te llevaron hasta dónde estás hoy?Mi primera experiencia en tecnología fue en BPD Solutions, en el año 2008. Lo que más destaco de los trabajos es el grupo humano, para mí el mayor valor agregado que tiene una empresa son las personas. El de la tecnología parece un mundo gigante, pero es chiquito. Hoy, quien era mi jefe en esa empresa es un gran amigo y padrino de mi hijo. Conocí un grupo humano increíble, y eso terminó resultando en mi segunda experiencia en Biwares, donde tuve un crecimiento profesional exponencial. Al terminar la universidad, con 23 años me había ido a vivir a Brasil en búsqueda de aventuras, y comencé a trabajar remoto desde que nació la compañía, de hecho llevé el primer cliente. Para mí fue un reto increíble, porque era chica de edad, tenía muchas ideas y siempre me sentí escuchada y valorada. Pudimos hacer cosas hermosas a nivel grupo, a nivel clientes y a nivel nuevas tecnologías. Fue la experiencia donde realmente me profesionalicé. Después mi ambición me llevó a buscar una empresa multinacional, a dar un salto a nivel estructura. Siempre me interesaron muchísimo los Recursos Humanos, y su doble cara con la tecnología, algo que encontré en Experis. Este año, mi búsqueda con las nuevas tecnologías me llevó a indagar en esta nueva oportunidad en Etermax. Realmente me encantó la posibilidad de volver a la fuente. Como dijo Mercedes Sosa: “uno siempre vuelve a los viejos sitios donde amó la vida”, y yo volví a lo que es la tecnología pura y dura. Volví a una empresa de IT.
¿Qué te aportó vivir en otro país y por qué lo recomendarías?
Estuve casi tres años en Brasil trabajando a distancia antes de regresar a Argentina. Creo que me fui siendo una persona y volví siendo otra completamente diferente. A lo largo de mi carrera viajé mucho por trabajo, tenía clientes en distintos lugares. Estuve en Chile, en Colombia y recorrí todo Argentina. Le recomiendo a todos que algún día agarren sus cuatro ropitas, las metan en una valija y vayan a ver el mundo que hay afuera. Salgan de su zona de confort.
¿Por qué decidiste cursar el MBA en la UP?
Mis ganas de hacer un MBA siempre estuvieron, y la Universidad de Palermo me dio la oportunidad al brindarme una beca. Son oportunidades que se dan una vez en la vida. Pasar por un MBA es algo que les deseo a todos los profesionales que quieran crecer, tener un pensamiento crítico. Algo que te da, sobre todo en la UP, es la concientización de las diferentes culturas. Éramos muy poquitos argentinos cursando, el networking es inimaginable. Si tuviera que describirlo en dos palabras, es ‘aprender y desaprender’, romperte y volver a armarte. Entendí que todos estamos relacionados, no importa si nos dedicamos a la medicina, ciencia, tecnología, alfarería o máquinas pesadas. Todas las empresas tienen las mismas áreas, buscan lo mismo. Eso me pareció fantástico, conocer perfiles diferentes a los míos, entender qué pasa en otras áreas es muy rico. Te da pensamiento crítico y una concientización integral al 100%.
Pasar por un MBA es algo que les deseo a todos los profesionales que quieran crecer, tener un pensamiento crítico.
¿Cómo observás que evolucionó el rol de las mujeres en el sector tecnológico?Siempre fue un rubro muy masculino, cuando yo arranqué en tecnología era la única mujer. Estoy muy a favor de hacernos lugar y luchar por nuestros derechos, por la igualdad real. Las mujeres le damos a la tecnología esa parte blanda, de entender la profesión como un todo. Siempre digo que tenemos la capacidad de amalgamar la inteligencia emocional con la inteligencia artificial. Los equipos de trabajo conformados por profesionales de diferentes géneros tienen un mayor grado de resolución de problemas, está comprobado. Falta, falta un montón para que seamos muchas mujeres en el rubro, pero estamos en el camino, un poco más cerca.
¿Qué consejo les darías a los futuros profesionales?
Soy una convencida de que lo mejor es estudiar y trabajar al mismo tiempo, es un esfuerzo grandísimo pero trae sus frutos, porque vas viendo en vivo y en directo como se va aplicando toda la teoría. Nunca hay que dejar de lado lo que soñamos. Es de valientes meterse a hacer una carrera, si te gusta y es lo que amás, metele pase lo que pase. No hay excusas para dejar o abandonar. Pueden pasarnos muchas cosas personales, no hay un momento idílico ni vida tranquila para hacer una carrera, pero hay que buscar el lado positivo de cada cosa y ser perseverante. El momento es ahora.
¿Qué reflexión hacés de tu recorrido?
Siempre digo que no me alcanza la vida para hacer todo lo que me gustaría hacer, pero de alguna manera encuentro la forma de encauzar los diferentes temas que me gustan. Encuentro y aprovecho las posibilidades. Hoy estoy cumpliendo un rol de Project Manager que fue una gran oportunidad de cambiar mi rumbo. Amo vender, y de alguna manera indirectamente en esta posición también hago crecer a los negocios y los clientes. A nivel inteligencia artificial podemos tocar absolutamente todas las áreas. Ese fue mi diferencial, lo que vieron cuando me entrevistaron: soy Licenciada en Comercialización, hace 10 años que estoy en IT, tengo experiencia en ventas, en Recursos Humanos, hice una Maestría…Me levanto todos los días agradecida de poder hacer lo que amo. Estoy muy orgullosa de todo lo que logré en estos años, volvería a hacer los mismos pasos. Mi propósito es dejar una huella en cada persona con la que me encuentre en la vida, que me recuerden. Eso es lo que más me gusta, hacer relaciones a largo plazo. Uno como persona es lo que más vale.