Micaela Occhioni, MBA UP, Top Clients Key account Manager en Telecom Italia

“El MBA de UP es un buen punto para ponerse a prueba, lanzarse y abrir puertas al futuro”. Micaela Occhioni, MBA UP, Top Clients Key account Manager en Telecom Italia
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Desde Roma, Micaela Occhioni se desarrolló como Partnership & Alliance en Telecom Italia (Grupo TIM). Trabaja en esta compañía desde hace 24 años, ocupando cargos de dirección en Chile, Brasil, Argentina e Italia. Actualmente es Top Clients Key account Manager de esta misma empresa. Egresada del MBA de la Universidad de Palermo, Micaela, abogada de profesión, cuenta cómo se enamoró de su trabajo, y afirma: “Mi vida ha estado siempre entre la pasión y la valentía, el valor de hacer las cosas cuando uno las puede hacer. Son mis dos pilares fundamentales”.

¿Qué responsabilidades tenés dentro del Grupo TIM y qué te gusta de tu trabajo?


Tengo la responsabilidad de los scouting y las nuevas oportunidades, sobre todo de conectar el mundo del media entertainment, en el sentido más amplio porque entra también mi responsabilidad en ecommerce o streaming commerce, es decir todo lo que pueda pasar en el box de televisión de los operadores telefónicos. Bajo mi responsabilidad se encuentra la presentación de la propuesta a las áreas competentes y luego seguir el proceso, donde se facilite la entrada de esta oportunidad al interior de la línea comercial. Es un trabajo muy interesante porque es un embajador de los partners internacionales, que te contactan y presentan propuestas, que luego evalúas y cuando está ok final se empieza a construir un business case. Siempre fue mi pasión poder trabajar con la posibilidad de tener una vinculación con el mundo internacional y lo logré. Me gusta mucho la parte internacional y trabajar con los players más importantes del entretenimiento.

¿Cómo fue tu desarrollo profesional dentro de la compañía y qué aprendiste?

Tengo 24 años de experiencia en el sector de las Telecomunicaciones. Estuve siempre en el mismo Grupo (Telecom Italia) pero mudándome de país para desarrollarme en las subsidiarias que la empresa tiene en distintos lugares. Sobre mi experiencia, lo que puedo destacar es la parte humana de lo que aprendí y que luego puse en práctica en el trabajo. Tuve varias posiciones: empecé como Analista Financiera de Mercado, que era algo muy difícil para mí porque venía de ejercer la abogacía, pero estaba tan contenta y me gustaba todo ese entorno que lo fui aprendiendo; después fui Responsable de Proyectos con los entes regulatorios de varios países, algo que era muy técnico porque se trataba de cálculos, tarifas, regímenes de competición y temas relacionados. En aquel trabajo también aprendí haciendo y recuerdo el gusto de hacerlo, como todos los que fui realizando; también fui Responsable del mercado joven en Brasil para la oferta de Netflix y los contenidos media entertainment, donde aprendí la tipicidad del mercado de ese país y fue una experiencia divertida. Más allá de lo que hice, lo importante siempre fue la pasión con la que trabajé porque hace que todo más divertido.

¿Cómo te inclinaste por el mundo corporativo habiendo estudiado Abogacía?

Por casualidad pero también por valentía. Estudié Leyes y me fui a París a trabajar un año como Árbitro (Juez). Luego tenía que volver a Italia y participé de una beca muy importante a nivel nacional para un Máster en Marketing Internacional. Lo hice para pasar la prueba y no solo la pasé sino que estuve muy bien: quedé entre los tres mejores. Y nunca más regresé a París donde trabajaba para el estudio especializado en Derecho Comercial. De ahí me llamó TIM y fue tan apasionante que nunca más volví a trabajar como abogada. Me enamore de este trabajo.

¿Qué balance hacés de tu desarrollo profesional y qué consejos compartís para construir una carrera corporativa?

El primer trabajo que realicé no lo sabía hacer. Por eso, siempre destaco la valentía que uno debe tener. Me encontraba de un día a otro preguntando porque me seleccionaron porque no sabía hacer lo que hacían los demás. Tenía que hacer evaluaciones económicas financieras de lo que valía una licencia móvil en un país para ofrecer el dinero a esos Gobiernos que la ponían en venta. Venía de ejercer la abogacía, y me eligieron porque querían alguien que piense fuera de la caja, si bien no tenía el conocimiento especifico podía aportar algo nuevo, desde otro lugar. En este Grupo crecí porque con el tiempo aprendí. Por eso, creo que en el trabajo como en la vida uno tiene que tener pasión y valentía. Hay que animarse, ponerse a prueba, intentar hacer cosas nuevas, ser flexible y resiliente porque al final tendrás una recompensa. El MBA de la UP justamente es un buen punto para ponerse en juego, a prueba, lanzarse y abrir puertas para el futuro. Mi vida ha estado siempre entre estos dos conceptos: la pasión y la valentía, el valor de hacer las cosas cuando uno las puede hacer. Son mis dos pilares fundamentales.

"En el trabajo, como en la vida, uno tiene que tener pasión y valentía".

¿Qué te impulsó a realizar un MBA y que aportó a tu perfil?

Cuando volví de realizar el MBA, en mi empresa había un grupo grande que se encargaba de media entertainment, y al incorporarme al equipo de trabajo descubrí que era la única que tenía un MBA en Entretenimiento y Medios. Fue muy valorada por el Departamento de Recursos Humanos de mi empresa y todas las personas con las cuales trabajé en ese entonces. El MBA me gustó muchísimo. Estaba en la búsqueda de hacer algo diferente, después de tantos años de trabajar en mi área. Entonces, cuando encontré este programa, dije: “Tengo que hacerlo sí o sí”. Después a mi empresa le gustó tanto también que lo financió. Por lo que fue una experiencia óptima. Más allá de las materias tradicionales de un MBA, la experiencia con el profesor Al Liberman estuvo verdaderamente impactante.

¿Qué le aconsejás a quienes quieren cursar el MBA?

Creo que el MBA es un momento de reflexión personal y profesional después de un tiempo de haber trabajado. Y eso tiene que ver con mi consejo: Hacer el MBA luego de tener experiencia profesional. Es cuando uno empieza a trabajar, que comienza a encontrar en su memoria algunas cosas y tener experiencia, el MBA es ideal para aplicarlo al trabajo. A mí me gustó mucho la experiencia del MBA en Argentina porque éramos compañeros de diferentes países. Si hubiera hecho el MBA en París o Milán, como pensaba hacerlo, nunca me hubiera encontrado con todas esas personas. El MBA UP te da un respiro internacional al cual normalmente nosotros los europeos no estamos acostumbrados por razones geográficas.

¿Cómo observás la industria de Medios & Entretenimiento?

Hay un momento que se aceleró muchísimo y fue en estos últimos meses por causa del COVID. Sin duda, fue un acelerador de difusión de la cultura digital en todos los países. Por razones obvias, considerando que la gente estaba confinada en sus casas, sin poder salir. Y eso es algo muy importante, que los operadores tendrán que monitorear y aprovechar de ahora en adelante, porque claramente todas las aplicaciones, sobre todo de entretenimiento y medios, las cuales fueron de mayor uso porque las personas miraban más Netflix, hacían compras online, tenían gimnasio online. Se han visto como commodities. Pero se tiene que invertir muchísimo dinero todavía y tenemos que aprovechar la onda y no ser solamente el medio a través del cual pasa un contenido de más valor del que el consumidor quiere pagar. Este es un desafío muy importante porque nosotros los operadores, hemos contribuido a destruir el valor del mercado por demasiada competitividad.

¿Qué aprendiste de tus años de experiencia laboral en diferentes países?


Lo que aprendí de cada experiencia internacional es que somos todos iguales: los deseos, las personas. Esto está relacionado a lo que uno ofrece en el mercado porque cuando uno vende algo, lo que hace es satisfacer un deseo, una necesidad primaria o secundaria. Entonces, aprendés que lo que es ajeno al final no lo es para nada y que “todo el mundo es país”, como se dice aquí en Italia. Si tuviera que hacer un balance de mi experiencia en el extranjero, es que aprendés a ser flexible y esto es muy importante, con respecto a abrirse a otros mundos para después entender que son iguales al tuyo.

¿Qué aspectos son importantes para crear una buena estrategia de negocio?

Todos estos años de trabajo aprendí que no existe la idea genial sino que se tienen que hacer bien las cosas. El ojo tiene que estar puesto en lo que el cliente quiere. El cliente como elemento fundamental, como centro de todo, y hacer las cosas bien antes, durante y después. Es una buena estrategia, más cuando se cuenta con tanta pasión por el hacer las cosas bien. Creo que hay ideas que son fantásticas pero al final si analizás las ideas que tuvieron mayor éxito, no fueron todas increíbles sino que es su realización lo que las hacen especiales. Creo que ese es el secreto.

¿Qué habilidades crees que son importantes para el desarrollo profesional?

Claramente es importante tener una buena capacidad para conectarse con los otros, las buenas relaciones sociales siempre ayudan. Lo que más destaco para construir una carrera profesional es la transparencia y la honestidad. Porque el resto uno puede aprender o esforzarse para ser, por ejemplo, más o menos empático cuando se da cuenta que lo es poco o demasiado, pero la transparencia no se aprende, se tiene que mostrar y los demás la perciben. La transparencia y la honestidad son dos caras de la misma moneda y los valores más importantes.

"Lo que más destaco para construir una carrera profesional es la transparencia y la honestidad".

¿Qué aspectos hay que considerar para desarrollarse en el exterior?

El primer trabajo afuera es el más difícil de todos. Si bien cada país tiene su particularidad lo más difícil de todo es el punto de ingreso porque ahí sos portador de tu cultura en un mundo ajeno, que al principio no te entiende. Entonces, hay que adaptarse. Hay que investigar la idiosincrasia de la cultura en donde estás, el por qué las personas viven de esa forma, por qué eligen hacer determinadas cosas y otras no. Aprender las razones de las diferencias, econocerlas y compartirlas. Hoy yo tengo la idiosincrasia de varios países en los que estuve: la norteamericana, la chilena, la brasilera, la argentina, la francesa. De esta forma, uno pierde su connotación nacional para ser un ser internacional. Este el consejo para quien quiera vivir o trabajar en el extranjero: tiene que hacer suya la idiosincrasia de los otros.

¿Cómo te proyectás a futuro?

Me gusta mucho lo que estoy haciendo ahora y veremos a donde me lleva ese nuevo camino, esta nueva aventura que empecé hace un año. Quisiera algún día explorar la faceta de emprendedora y abrir mi propio negocio. Sin embargo, a futuro siempre me imagino contenta con las elecciones que haga porque lo importante, más allá de las elecciones, es no arrepentirse. Si uno no se arrepiente, es porque ha tomado las elecciones correctas.

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