20/04/2021
La arquitectura, eslabón necesario y patrimonial
Daniel Silberfaden, decano de Arquitectura UP; y Fernando Diez, profesor UP; integrantes de la Academia de Arquitectura y Urbanismo destacan la importancia del reconocimiento social de la arquitectura.
Como sucede con la mayoría de las actividades académicas desde hace más de un año, los integrantes de la flamante Academia de Arquitectura y Urbanismo (AcAU) se reunieron vía Zoom para debatir propuestas de esta entidad (ver Los valores...), que tiene como objetivo colaborar en el reconocimiento social de la arquitectura como una actividad necesaria y patrimonial.
En este encuentro los encargados de realizar las presentaciones fueron el arquitecto Fernando Diez, director editorial de la revista Summa+ y Daniel Silberfaden, decano de Arquitectura de la Universidad de Palermo.
En su presentación el académico Diez señaló que “la fundación de una academia puede parecer para algunos un anacronismo, algo a contramano de la velocidad de los cambios del mundo contemporáneo, de información que parece estar siempre disponible a la distancia de un click. Aunque sabemos que información no es lo mismo que conocimiento”. Recordó que “uno de los sentimientos que dieron origen a las academias que hoy conocemos fue la sensación que hubo durante el Renacimiento ya que existía un conocimiento perdido: el de la antigüedad”.
“Los pocos que eran capaces de valorarlo, consideraron que era su deber recuperarlo. Para la arquitectura, ese conocimiento estaba bajo el suelo y a medida que las excavaciones iban revelando nuevas maravillas, se hacía palpable la existencia de un saber esperando ser recuperado”, dijo.
Luego Diez hizo una síntesis de la importancia de la arquitectura en todas las etapas históricas. Aprovechó para criticar las arquitecturas espectaculares y el malgasto de los recursos. Y festejó la noticia de que el Pritzker de este año fuera para Lacaton & Vassal, los franceses que lograron correr el foco de “lo que el edificio aparenta a lo que el edificio posibilita”.
El arquitecto académico Daniel Silberfaden, en tanto, presentó un proyecto denominado Ciudades Visibles, una idea desarrollada por Facultad de Arquitectura de la UP, que consiste básicamente en transferir toda la información significativa de los edificios emblemáticos a las personas que transitan nuestras ciudades.
“Ciudades Visibles reivindica la relación entre la arquitectura y la ciudad, como hecho cultural y necesario de ser reconocido por personas, entendiendo que la ciudad con sus edificios, espacios públicos y monumentos constituyen un escenario público, de libre acceso, de visión obligada y gratuita”, explicó Silberfaden.
Se trata de un proyecto para que los edificios cuenten sus historias. ¿Cómo hacer para que cada edificio de Buenos Aires arquitectónicamente relevante pueda cargarse de información y prepararlo para estar en condiciones de enseñarnos?
El arquitecto recordó que “sólo la Ciudad de Buenos Aires tiene una Facultad de Arquitectura pública y seis facultades privadas y toda la Argentina tiene decenas de facultades y decenas de instituciones profesionales y culturales que pueden contribuir con sus docentes y alumnos a que el relevante papel que la arquitectura y el urbanismo ha tenido en la historia y la cultura a través del tiempo pueda ser visto bajo una perspectiva de continuidad histórica y, también, bajo los nuevos paradigmas del habitar urbano contemporáneo”.
Para lograrlo existe un enorme capital de trabajos realizados, de documentos, textos y registros gráficos y fotográficos sobre la ciudad y la arquitectura que se debe poder ordenar, editar y publicar.
“Es aquí donde encuentro un rol clave para nuestra Academia”, remarcó Daniel Silberfaden, “articulando, organizando y liderando el trabajo de los diversos equipos de investigación. Es decir, realizar una transferencia de los átomos que constituyen los edificios, libros, manuscritos, fotografías a los bytes de una información sistemática, organizada en layers, escalable y transferible desde el propio edificio vía un QR al celular del ciudadano”.
VALORES Y OBJETIVOS DE LA ACADEMIA
Con el objetivo de promover los valores del pensamiento arquitectónico y la calidad de las obras de arquitectura y urbanas que se realizan en nuestro país, un grupo de arquitectos, vinculados a la práctica profesional y a la docencia universitaria en sus distintas expresiones decidieron fundar la Academia de Arquitectura y Urbanismo. A futuro será nacional y reflejará las características formales de otras instituciones similares de otras disciplinas como Medicina, Educación o Derecho. La idea es contribuir al rol que la arquitectura ha tenido en la historia y la cultura a través del tiempo y que pueda ser visto con una perspectiva de continuidad y bajo los paradigmas del habitar urbano y sus modalidades tecnologías y estéticas. Con la transformación de las escalas que ha sufrido la producción industrial, la escena urbana se modifica: cambian los programas, los modos de movilidad, las necesidades y el comportamiento social. Estos hechos han dado lugar a que el diálogo entre las infraestructuras urbanas y el espacio público hayan generado una nueva relación con la arquitectura, que acusa el impacto de la transformación. Integran la Academia de Arquitectura y Urbanismo: Roberto Aisenson, Heriberto Allende, Antonio Antonini, Nani Arias Incollá, Alberto Bellucci, Berto Berdichevsky, Cora Burgin, Fernando Diez, Berardo Dujovne, María Teresa Egozcue (vicepresidenta), Mónica Fernández, Alfredo Garay Hansen, Enrique García Espil, Jorge Hampton, Carlos Hernáez, José Ignacio Miguens, Mario Sabugo, Daniel Silberfaden, Justo Solsona y Alberto Varas.
Nota publicada en el Diario Clarín el 20/04/2021, por la periodista Liliana Carbello. Foto Clarín.