27/07/2020

"Hay deportistas con condiciones para triunfar, pero no pueden concretarlo"

Marcelo Androetto, profesor ayudante de la cátedra de Psicología del Deporte en la UP y psicólogo deportivo, señala los beneficios de aplicar la psicología al deporte.

El deporte y la psicología comenzaron a tener un vínculo cada vez más profundo, y entre ambos logran mejorar la performance de muchos atletas. De esa manera, es muy importante comprender los contenidos sobre los que se apoya esta combinación. Marcelo Androetto es psicólogo clínico especializado en deportes, periodista deportivo, docente, y también es profesor ayudante de la cátedra de Psicología del Deporte en la Universidad de Palermo (UP). Por ello, cuenta con los conocimientos para poder explorar en esta materia.

--¿Qué intentan inculcar desde la cátedra?

--La Universidad de Palermo tiene una materia optativa, tanto en la carrera de Psicología como de Periodismo Deportivo. La cátedra se llama Psicología del deporte, a cargo de Marcelo Roffé desde hace 15 años y que también la integra como ayudante Fabián Esteban, es decir, que existe una rama de la ciencia de la psicología que se especializa en el deporte. Sería como una especialización, como la psicología en la educación o en lo laboral. Y además hay modelos, que serían miradas para ver estas distintas áreas. La del deporte tiene mucho del sistema cognitivo-conductual. Es decir, que los pensamientos están detrás de determinadas variables, que tienen impacto en el rendimiento y en la salud integral del deportista. Se atienden determinadas variables que son trascendentes en el deporte como concentración, motivación, control de miedos y presiones, autoconfianza, liderazgo y comunicación.

--¿A qué le apuntan principalmente?

--Los que cursan son principalmente estudiantes de psicología, y periodistas deportivos que buscan aplicar esa variante. Le damos herramientas introductorias a ambos acerca del rol de un psicólogo en el deporte. El psicólogo tiene que estudiar en la Universidad, y luego hacer la especialización en el deporte.

--¿El reclamo de los deportistas por la ayuda psicológica va creciendo?

--Hay una tendencia creciente. Y no sólo acá sino en todo el mundo, sobre todo desde la década del ’60. El desarrollo aquí ha sido más lento, pero con la llegada del nuevo milenio fue más creciente la demanda. El panorama no es el mismo en los deportes individuales. La coincidencia general es que el mundo del fútbol es más renuente a la incorporación del psicólogo deportivo, como un miembro más del cuerpo técnico. Todo el tiempo el entrenador apela a la cuestión mental, declarando que entraron a jugar “muy dormidos”, comúnmente. Pero no es consecuente con la cantidad de psicólogos que están trabajando en los cuerpos téchicos.

--¿Por qué todavía no se termina de aceptar el psicólogo en los cuerpos técnicos de fútbol?

--Un factor mayoritario son los propios entrenadores. Curiosamente, muchos dicen tener buenas experiencias con los psicólogos cuando fueron jugadores, y cuando se convierten en técnicos no lo incorporan. Ellos creen tener la capacidad para ocupar este rol. Y suelen decir que son buenos motivadores, pero la motivación es sólo una parte. En la mayoría de los casos, el psicólogo pertenece a la estructura del club, y no es un eslabón del cuerpo técnico como lo es el preparador físico. Esto es diferente en el fútbol amateur, donde lo habitual es que los clubes tengan un psicólogo que trabaje con los jóvenes. En otros deportes hay más permeabilidad, como el handball, el básquetbol o el vóleibol. Incluso los tenistas tienen un psicólogo de consulta permanente. En el olimpismo esa presencia está mucho más extendida que en el caso del fútbol.

--¿Qué porcentaje de influencia tiene la psicología en el éxito del deportista?

--Es imposible de saber. Pero es clave todo: lo mental, lo físico, lo técnico y lo estratégico, las cuatro. Guardiola dijo que el fútbol está tan igualado en la alta competencia, que lo que termina haciendo la diferencia es lo mental. La base tiene que ser lo técnico siempre, porque por más motivación, nadie es igual a Messi. Eso es natural. Con el entrenamiento mental hay mucho para ganar. El consultorio del psicólogo deportivo es el campo de juego. Además, también puede aportar desde la estrategia de comunicación del entrenador hacia el jugador.

--¿El trabajo más importante del psicólogo es cuando el deportista no consigue sus objetivos?

--El trabajo es en todos los momentos, y tiene que ver con el establecimiento de metas. Por ejemplo, cuando un jugador está lesionado hay que acompañarlo mucho desde lo mental. Y cuando tiene el alta se trabaja sobre los miedos de volver a lesionarse. Pero no hay nada mágico, hay que llevar un proceso y un trabajo. El psicólogo va a apuntar a fijar metas de rendimiento y no de resultados.

--¿A qué atribuís que grandes estrellas deportivas hayan sufrido depresión?

--Puede tener distintas raíces. El éxito por sí solo no garantiza la felicidad. El ser humano puede estar triste, pero eso es una emoción, no es ni buena ni mala, es distinto. La depresión con un cuadro clínico tiene otros tipos de componentes. El deportista no está exento. Recuerdo el caso del arquero alemán Robert Enke, que iba a ser titular en el Mundial 2010 y se suicidó a fines de 2009. El venía atravesando situaciones de depresión, y tenía la disyuntiva de hacerlo público o seguir así, y tomó esa decisión. La presión de estar en un nivel muy alto siempre, puede llevar a tomar decisiones así.

--¿Cuáles son los beneficios del ejercicio físico en el bienestar mental?

--La actividad física tiene un impacto a nivel mental, y provoca ese bienestar. La persona depresiva puede salir a caminar y eso le ayuda a llevar el síntoma. Por eso es importante. El cuerpo a través del síntoma, muchas veces, nos habla de algo que no estamos pudiendo procesar a un nivel simbólico. Puede ocurrir que un deportista tenga muchas condiciones para triunfar, pero no lo logra porque no tiene acomodado el permiso como para ser un triunfador.

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La nota fue publicada el 27/07/2020 en Página 12 por el periodista Adrián De Benedictis.
Foto: Página 12.