Se presentan aquí las opiniones y reflexiones enviadas por los Embajadores del Diseño Latino sobre el futuro del diseño regional, las posibilidades de potenciarlo y los desafíos a los que deberá enfrentarse la iniciativa.
Aránguis Sanchez reflexiona profundamente sobre el sentido de la educación superior y de la identidad latinoamericana, sobre el diseño como patrimonio regional y sobre la responsabilidad de la enseñanza del diseño.
Álvarez Romero reflexiona sobre la necesidad de que el Diseño Latino sea definido por los propios actores regionales y sobre las estrategias de vinculación de la disciplina con otras áreas.
Bruzzone realiza un recorrido por la historicidad de la realidad académica, laboral, empresarial y sindical del diseño en Chile; así como la presencia y representación del diseño del país en los organismos internacionales.
Antonio Castro habla sobre la necesidad de comprender la importancia que ya posee el Diseño Latino en relación al diseño desarrollado en otras regiones, sobre focalizar las energías en desarrollar las características propias de la disciplina más allá de las herramientas que permiten actualmente que se ejecute y sobre su rol profesional frente a la sustentabilidad y conservación ambiental.
Cruz sostiene, en su reflexión, la importancia de avanza en cinco ejes de acción: la creación y consolidación de Comité, el desarrollo de programas docentes conjuntos, la participación en programas científicos, la creación de redes y programas de divulgación, y el impulso de estrategias de movilidad para estudiantes, profesores, investigadores y profesionales.
Dorochesi Fernandois plantea los desafíos contemporáneos a los que se enfrenta el profesional del diseño y la necesidad de incorporar creatividad para producir innovación y la innovación para generar desarrollo en la región.
Faerm plantea que el Comité puede operar como una especie de consejo que promocione globalmente el Diseño Latino, que trabaje con los gobiernos regionales así como con instituciones de educación superior y establezca programas de tutoría para jóvenes diseñadores que están en sus primeras etapas de sus carreras.
Luna Maldonado analiza la importancia de generar un fortalecimiento de las redes académicas nacionales y las asociaciones globales, desarrollar estrategias de movilidad docente y estudiantil en la región y analizar y comparar los perfiles curriculares de los programas a fin de mejorar su performance, entre otros temas centrales para la profesión.
Mendívez Espinoza plantea su recorrido persona hacia la vinculación con el universo del diseño latinoamericano y sus opiniones acerca de la iniciativa del Comité del Diseño Latino
Menso plantea la relevancia de generar una red de contactos entre los miembros, concretar encuentros regionales, convocar a especialistas de áreas externas que puedan colaborar con una mirada crítica del diseño, desarrollar proyectos de investigación científicos y técnicos, así como mayores articulaciones entre academia-empresa.
Musselmann aborda cinco ejes en su reflexión: el debate del diseño conceptual vs. Tecnología, concebir al diseño como un generador de tendencias en el mercado, fomentar en las escuelas la identidad del diseño nacional, activar o re-activar los organismos que nuclear a profesionales de la disciplina y aumentar el conocimiento entre los diseñadores de la región.
Mussfeldt analiza la situación económica y contextual regional y cómo esto repercute en el ámbito profesional del diseño.
Pol reflexiona sobre la realidad de la disciplina en América Latina, los desafíos en el ámbito de la enseñanza y la pedagogía y, por último, analiza sobre la temática desde la visión y perspectiva del diseño gráfico venezolano.
Redig sostiene que la integración regional es el camino propicio para solucionar los principales problemas de América Latina. En ese sentido propone que el Comité se focalice en promover la realización de investigaciones y estudios en conjunto los países de la región, ya sean bilaterales o multilaterales.
Radulescu de Barrio de Mendoza plantea la importancia de la investigación y del desarrollo del pensamiento de investigación en la formación. Reflexiona, asimismo, sobre los importantes aportes de este proceso a la mejora de la calidad al producto final de diseño.
Bautista Saucedo expresa la necesidad de integrar y ligar las distintas ramas del diseño en Latinoamérica para elevar la jerarquía de la profesión, apoyando la sustentabilidad económica.
Soto Wall reflexiona sobre seis ejes que afectan a la disciplina del diseño: las tecnologías disrruptivas, los recursos naturales, las transformaciones demográficas, la expansión de las ciudades, el cambio climático y la gobernabilidad democrática. Asimismo destaca la necesidad de desarrollar actitudes y aptitudes para el trabajo en equipo y para la interacción entre profesionales y académicos.
Vilchis menciona los principales aspectos de debate: la identidad, la función de Comité y su alcance, así como también la responsabilidad de sus miembros y el compromiso de conservar, documentar, compilar, divulgar y enseñar el diseño. Y sobre todo, llama la atención sobre la necesidad de conseguir una participación activa de todos los miembros.
Waldeck reflexiona sobre la importancia de la investigación, entendiendo que fomenta autonomía, promueve el pensamiento crítico y estimula la interdisciplinariedad; así como de la experimentación, que impulsa al uso de técnicas distintas, integrar otros campos artísticos y disciplinares al mundo del diseño.